miércoles, 24 de diciembre de 2008

Confuso como un heroe



Tenía los ojos entrecerrados, y sus frescas cicatrices en brazos y manos, comenzaban a brillar en la luz del sol. Su aspecto era extraño, pero no le importaba. El dolor por los cortes le parecía un tanto agradable. Una sensación diferente. Estaba vivo. Escuchó, sin inmutarse, un tren pasando velozmente, a sus espaldas. Su misión era clara, ordenada, metódica, a pesar de que la misma no funcionaba de la manera que lo hace una mente normal.

La visión de un mundo en llamas.

Para reestablecer el balance, ese orden natural de las cosas, perdido injustamente. Estaba solo, pero su determinación lo hacía ver como un ejército de hombres. Y no iban a detenerlo, por más trabas que pusieran en su camino.

El extraño hombre seguía caminando, jugando con un objeto escondido en su bolsillo. No era venganza, sino balance. No era un deseo personal, sino justicia. Era un ideal, un mensaje.

Y pronto se lo mostraría al mundo.














Buscapies.

jueves, 18 de diciembre de 2008

HISTORIA

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Buscapies.

jueves, 11 de diciembre de 2008

La lucha de la Asamblea




La Coordinadora de la Clase Media Nacional por una Burguesia con Confort Europeo a Precios Latinoamericanos se reunio en su sede central de (no se dice la direccion porque una Revolucion necesita clandestinidad para operar) para resolver algunos temas pendientes. Se paso revista de lo actuado en los ultimos diez años y se dijo: que se estuvo a favor de una permanencia con etica en el Primer Mundo, por lo que se voto una fuerza progresista encabezada por un lider conservador (no habia otra, despues de haber votado dos veces un Primer Mundo sin etica); que en 2001 se salio a las calles porque la Clase Media aposto por una defensa descontrolada de los depositos (o sea: de los intereses) bancarios pero el sistema de bancos no se porto bien y falto a la palabra empeñada; que se manifesto en 2008 a favor de la propiedad de la tierra y la renta agroganadera, aunque muchos de los que manifestaban no tuvieran un metro cuadrado donde desfallecer de un infarto por estres economico (se hizo por solidaridad, a cambio de lo que el campo ha dado de manera desinteresada por la Patria y la Bandera). Conclusion: la conducta fue impecable. Se estuvo donde habia que estar. ¿Y ahora? "Ahora hay que seguir, compañeros, esto es una Revolucion Permanente. Hay que movilizarse, hay que sacar los Audi, las Ranger, los Porsche a la calle, y si algun compañero se maneja en el 12 o en el 60, no pasa nada: lo llevamos", dijo un fogonero de la asamblea. La preocupacion de la Coordinadora fue, y es, honda y oscura. Se dijo mas. Se dijo: "Primero vinieron por los plazos fijos donde poniamos el dinero para hacernos una platita en total confianza porque el banco es nuestra parroquia y el gerente nuestro cura parroco, despues vinieron por la Sociedad Rural, y ahora vienen por las AFJP. ¿Y nuestro derecho a elegir en libertad? ¿Y el derecho de nuestros abuelos?". La Asamblea colapsa de inquietudes y se superponen voces: "¿Y ahora que?, ¿se van a quedar con Puerto Madero?", "¿Y el puerto de veleros de San Isidro que?: ¿tambien lo van a estatizar?" "¿Van a convertir los club house en sociedades de fomento?", "¿Van a cerrar el Merval? Estas no son las señales que hay que darles a los mercados. A los mercados hay que darles reglas de juego claras".


Ovacion popular.








Buscapies.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Tractatus

El lenguaje marca los límites de nuestra visión de los hechos, y el mundo jamás sobrepasará dichos límites. No nos es posible expresar lo que va más allá de él, ni el mundo saldrá de esta estructura que se creó inconcientemente.
‘Nuestras palabras sólo expresan hechos, del mismo modo que una taza de té sólo podrá contener el volumen de agua propio de una taza de té por más que se vierta un litro en ella.’
Por ello, no podremos descifrar nunca qué es una cosa, en otras palabras, la verdad.
Y de esa forma fue siempre. Sin más. Porque a veces no vale la pena intentar describir lo que está más allá de todo esto que nos rodea y nos observa.
Es que, al fin de cuentas, ‘Wovon man nicht sprechen kann, darüber muß man schweigen.’
Un viejo, durante uno de los tantos viajes en tren, me contó una historia que él mismo escuchó de la boca de quién sabe qué otro señor, sobre un hombre que silenciosamente vivió, sin todos estos barrotes a su alrededor, y finalmente pudo lograr lo que nadie: todo aquello que nos es imposible decir.




Hache

viernes, 21 de noviembre de 2008

Eugenia

Y si los ríos mueren un martes,
verás que ya no hay forma de salir.
Y si los ríos mueren en ninguna parte,
será que es hora de partir hacia allí.

Tu nombre salpica, nos baña de luz,
y si así es la forma, la forma más dulce
de salirnos de nosotros, de encontrar la señal,
la señal de la cruz… divina.

Y las casualidades ya no son tales si hay dos.
Dos, por primera vez, dos segundos.
Dos, por última vez, antes de volverse uno.
Vos, en tu cuerpo ya me hundo.

Fría, la arena donde vives,
la mar, reflejo de los mil Uranos,
de tus ojos de suaves brisas,
de aromas y colores,
del brillo y de tu nombre.



Hache

jueves, 13 de noviembre de 2008

Vivo bárbaro, olímpico y... ¡argentino!




Partamos de la base que para la cultura olímpica el dios mínimo es el record. Hay que batir records de cualquier cosa: hay que superarse. Ser más veloces, más fuertes, más resistentes, más preparados para el Día de la Mutación en el que el nadador será pez, el garrochista, lanza, el velocista, viento, y el lanzador de bala, bala. De esa histeria biológica están hechos los Juegos Olímpicos. Y como agravante, esta última edición se llevó a cabo en el país de los records. Para empezar: en ningún lugar del mundo hay más chinos que en China. Allí todo se multiplica por mas de 1500 millones. Es un país de 1500 millones de desayunos diarios (4500 millones de medialunas), y medio kilo de arroz diario por persona (2250 millones de kilos; no sé cuántas toneladas), si es que sigue gobernando Mao, el Bruce Lee de la Revolución Cultural.
El asunto en cuestión es que por motivo del evento de los records, realizado en el país de los records, despuntaron records nuevos a nivel local, es decir a nivel bares de Buenos Aires, territorio de sabelotodos que esperaron el momento para aplastar moralmente a sus atletas. El porteño vivo (que reiteradas glaciaciones y fumigaciones de arsénico promovidas por el Señor De Angeli, ese espantapajaros chillón, no pudieron exterminar) tomó licencia respecto de sus tareas que consisten básicamente en dar cátedra, pidió un cortado americano y se sentó a ver caer a sus héroes.



Era muy dificil localizar argentinos en la competencia, hasta que apareció uno, el garrochista German Chiaraviglio. Es un joven que practica un deporte sencillo. Hay que correr cincuenta metros, clavar lo que los especialistas llaman pértiga (y yo también, subiendome al carro de la novedad, donde siempre hay lugar para uno más) y elevarse mediante el impulso de la varilla por encima de la marca de cinco metros treinta centimetros, como para empezar a hablar y no volverse a casa. Lo hace cualquiera.
Ahí va Chiaraviglio con la pértiga. Es el dueño del record argentino con cinco metros con setenta y un centimetro, el equivalente a 16,31 penes enteros del rey del porno John Holmes. Chiaraviglio va, corre pensando en su familia y sus amigos de Santa Fe, clava la pértiga-garrocha-lanza e intenta saltar. Fracasa. La lanza casi lo ensarta porque se clava en el piso y no se eleva, y el joven Chiaraviglo pierde y sufre mientras Gonzalo Bonadeo, el periodista omnisciente de TyC Sports, quien, me dicen, ya está en Inglaterra haciendo la previa de Londres 2012, trata de ser discreto con los comentarios.


El porteño vivo, rodeado de otros porteños vivos (créase o no, están por todos lados: en los Palermos y en los taxis; en los estadios y en los teatros), sentado de perfil en su silla trono comienza a desplegar su discurso de cadena nacional: "No, si nosotro' estamo' meado por loselefantes. Que desassstrre. Si no sabealtar, no vayash. Esto es clarito, papá. Nosotros lepagamoselsueldo para que este bobina no levante el culo del piso. Eso es: un bobina. Pero claro, papá. Te indigna. ¿Y sabés por qué le pasa eso? Porque agarra mal el puño de la pértiga. Vosalapertiga la tenés que agarrar así. ¿O miento? Es así, papá. Cómo la va a garrar con los dedos para arriba. Así se te escapa. Le falta técnica. Nosotro lepagamoselsueldo y el tipo no despega. ¡Mamita! No, si por algo fracasa este país. Por suerte se triunfa en el futbol. Esosiquesonprofesionales".

Pero así como ejerce un juicio crítico sobre las imperfecciones técnicas de los atletas nacionales, el vivo de bar sabe apreciar al Midas anfibio, Michaels Pelphs, el Hombre Renacuajo, el misil subacuático que almuerza diez pizzas y cincuenta docena de huevos, y desayuna una docena de alfajores Havana con veinte platos de sopa cabellos de angel y cuatro sandías rayadas (todo sin respirar). Lo ve surcar la piscina que los traductores de detalles llaman cubo y termina el cafecito con una sentencia: "Porque vos fijate como nada ese pibe. Esuntalento. Fijate que ni se moja, es como los surubi. No se moja. No, si estos yankisonunofenomeno. Ellos ven que el tipo camina y le dan casa, comida: como hace Fidel. El unico desasssstre somonosotros".





Buscapies.
(Agosto 2008, Buenos Aires)

domingo, 9 de noviembre de 2008

El valle




Quieto valle,
una paz áspera se huele en tus caminos,
que si río, ilumino; que si miro, sólo escribo.

Vamos a quemar las tierra,
matemos todo lo que nos condena,
que sin ojos ni reglas,
siguiendo el rastro de tu pelo, el agua suena.

Y las lunas contemplás, en tu valle,
y las escondés, porque no debés,
porque tus pies se quiebran,
como el alma con el vino.

Quieto valle,
una voz risueña se oye en tus caminos,
que si oigo, sigo; que si miro, sólo esquivo.




Hache

martes, 21 de octubre de 2008

Muerte de hoy






Escúdate con tus palabras,
antes que llegue el alba
y pinte mejor que ayer toda su alma,
sin temblar ni creer.

Se escurren las letras,
como tantas lunas que deseé
y besé sin querer –siquiera-
saber de qué se trata todo ese perecer.

Elevado sino en que te ahogás,
y murmurás, y piropeás,
mientras te das cuenta que ya se gastó
y hay que volver a afilar.

Y la ética de tu sonreír,
que venera el otoño de salón,
la esgrima y la fusión,
de letra y muerte, lenta muerte.




Hache

viernes, 17 de octubre de 2008

Casa tomada: la fuenteovejuna del 17 de octubre de 1945




-: ¿Quién mató al Comendador?
-: Fuenteovejuna, Señor.
-: ¿Quién es Fuenteovejuna?
-: Todos a una, Señor.

(fragmento de "Fuenteovejuna", de Lope de Vega).



Rosas, Peron, unitarios, federales, barbaros y civilizados segun Borges

Si el Buenos Aires de Rosas ha sido invadido por la cultura de la barbarie de la campaña, para los nuevos proscriptos del discurso del siglo XX la ciudad es asaltada por el "aluvión zoológico" de la periferia arriada por la mano de Perón, flamante símbolo de la Barbarie, obreros industriales que, como aquellos nuevos actores politicos del rosismo e igualmente desconsiderados por los partidos politicos mayoritarios, igresan en la actividad de la politica de la mano del "monstruo".

En ese contexto, Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, heredaran "La Refalsa" de Hilario Ascasubi y "El Matadero" de Echeverria y los resignifican para, justamente, "La fiesta del Monstruo" con la intencion de contar la barbarie tal como sus maestros lo habian diseñado y enseñado. Borges odió a Rosas, a la Mazorca, a las montoneras. En Perón vio la reencarnación de Rosas, y a los actos masivos del peronismo los confundió con la vuelta de la barbarie. Unitarios y federales, Rosas y las montoneras son las obsesiones que ocupan la mayor atención de Borges. Sujetos que se excitan con la vision del fluido, lideres portadores de la ortopedia discursiva del monologo del Tirano, bestias que por sus habilidades alternativas son representadas en espejos frente al otro civilizado. El unitario y el intelectual (los heroes de las ficciones) son paradigmas portadores de la otra ortopedia -la de los aparatos discursivos de la Civilizacion- que la masa aunque inculta, comprende leyendo signos. Ambos son figuras resistentes que exigen tomar la palabra para el debate, pero al tratar de imponer la razon que se impone la fuerza de las bestias, musculo que mueve el cuerpo de la barbarie. El intelectual judio, lo mismo que el unitario, son patrones excluidos del regimen dominante mientras que las masas de "El Matadero" y de "La fiesta del monstruo" remiten a la avalancha de la barbarie, la masa rosista y peronista frente a los intelectuales que son nuevamente demostrados por la lengua. El lenguaje del judio apedreado, que pide respeto por la opinion del otro, remite al romantico unitario que revienta de rabia. En "El Matadero" los barbaros conforman una masa anonima, solo descripta por caracteristicas fisicas o de raza. En este caso la patilla, el no llevar el distintivo federal o luto en el sombrero, la manera de montar y las pistolas son en la figura del unitario el equivalente a la falta de musculatura, los anteojos y los libros de estudio del otro del sujeto de la narracion del texto de Borges y Casares. La polarizacion se refleja tambien en las armas que portan los sujetos. El mazorquero y los acolitos del Monstruo esgrimen artefactos primitivos, como cuchillos y piedras, frente a las armas portadoras de la Civilizacion del unitario y el judio: pistolas el primero, libros de estudio el segundo.

"Famosamente infame, su nombre fue desolación en las casas, idolátrico amor en el gauchaje y horror del tajo en la garganta", escribe en su poema "Rosas". En cambio, Sarmiento merece el elogio: "El fue nuestra infamia y nuestra gloria, la luz de Mayo y el horror de Rosas. Y el otro error y los secretos días del minucioso porvenir. Es alguien que sigue odiando, amando y combatiendo. Sé que en aquellas albas de septiembre, que nadie olvidará y que nadie puede contar, lo hemos sentido. En colaboración con su amigo Adolfo Bioy Casares, escribió el texto ya mencionado "La fiesta del Monstruo", Perón nunca es nombrado por quien narra la historia, un peronista que junto con una patota asesinan a un estudiante judío, mientras marchan hacia Plaza de Mayo para escuchar al Monstruo, cuyo discurso se transmite en cadena. Las alusiones a la historia reciente son obvias.Todo el odio que Borges sentía por el peronismo parece sintetizarse en este cuento, publicado por primera vez en el semanario uruguayo Marcha. Otra vez, Rosas y la Mazorca.






Casa tomada




"...El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación. También lo oí, al mismo tiempo o un segundo después, en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas hasta la puerta. Me tiré contra la puerta antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; felizmente la llave estaba puesta de nuestro lado y además corrí el gran cerrojo para más seguridad.

Fui a la cocina, calenté la pavita, y cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate le dije a Irene:

—Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado la parte del fondo.

Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.

—¿Estás seguro?

Asentí.

—Entonces —dijo recogiendo las agujas— tendremos que vivir en este lado."

(fragmento de "Casa tomada")


Este cuento, uno de los relatos cumbre de toda la produccion cortazariana, relata el conlicto de dos hermanos que sienten su casa invadida por seres desconocidos que los obligan a ir clausurando las habitaciones a medida que "son tomadas". Asi van dejando sus pertenencias y parte de sus vidas tras las puertas clausuradas de los cuartos "tomados" por los invasores. Su clima asfixiante y su metafora alejada de todo psicologismo, hace de ese cuento una magnifica parabola de un sector social. ¿La clase media?, ¿los intelectuales?, ¿los individualistas? Espantados ante una ciudad "tomada" por un fenomeno inexplicable e irritativo como era el peronismo.
Con las grandes potencias mundiales ocupadas en la Segunda Guerra Mundial, en Argentina crecia drasticamente la necesidad de producir para reemplazar las importaciones que los paises beligerantes ya no podian enviar. Este crecimiento industrial, sumado a la expansion del papel agroexportador del pais, conllevo a una gran demanda de mano de obra.Paulatinamente, Buenos Aires, se convirtio en el centro de atraccion para trabajadores rurales que abandonaban las provincias para trasladarse a la ciudad capital. De esta forma, la composicion de los grandes centros urbanos dejo de ser la tradicional sociedad surgida a partir de la inmigracion europea, y se convirtio en "latinoamericana". La que hasta entonces se veia como una ciudad culta y blanca, cuyas inquietudes apuntaban a la vida francesa, se encontro virtualmente invadida por esa masa oscura y sin oficio. Un diputado radical lo caracterizaria como "aluvion zoologico", en una muestra de intolerable racismo. Poco despues, Eva Duarte (mas tarde primera dama), los definiria como "mis queridos cabecitas negras". El surgimiento del peronismo, movimiento popular confrontado con el modo de vida de las clases altas y medias, genero resistencias y rechazos. Su posicion anti intelectual traducida en su famosa frase ("alpargatas si, libros no") genero una repulsa instantanea en todos los ambitos cultos. Cortazar, en consonancia con su medio, comenzo a sentir la incomodidad en la piel. Al respecto, comenta Arturo Jauretche: "Evita a mi no me queria, en general no queria a los intelectuales, a los que ella consideraba "craneos". Tenia razon en no darle confianza a los "bochos", tenia razon, los intelectuales lo han demostrado".


"Yo era un joven, pequeño burgues europeizante, a quien le molesto profundamente esa ola de peronismo de la epoca, que consideraba de una profunda vulgaridad y que invadio Buenos Aires cuando la gente del interior, llamada por el levantamiento de masas que hizo Peron, se volco a la ciudad. Porque aparecieron lo que nosotros llamabamos "cabecitas negras" es decir, toda la gente de piel oscura. Nos molestaban mucho los altoparlantes en las esquinas gritando 'Peron, Peron, que grande sos', porque se intercalaban con el ultimo concierto de Alan Berg que estabamos escuchando. Eso produjo en nosotros una equivocacion suicida y muchos nos mandamos a mudar. La sensacion de violacion que padeciamos cotidianamente frente a este desborde popular, nuestra condicion de jovenes burgueses que leiamos en varios idiomas, nos impidio entender ese fenomeno"

(Julio Cortazar)



Son varios los cuentos donde Cortazar muestra su actitud de rechazo a los nuevos habitantes de la ciudad. Otro de los mas citados en relacion con esta problematica es "Las puertas del cielo", donde describe un baile popular en el Palermo Palace. Alli aparece el doctor Hardy, personaje de la realidad que retornara, como en el cierre de un ciclo, en el ultimo texto que escriba, "Diario para un cuento". Sobre "Las puertas del cielo" dira: "...es un cuento reaccionario: eso me lo han dicho muchos criticos con cierta razon, porque hago alli una descripcion de lo que se llamaban "los cabecitas negras" en esa epoca, que es en el fondo muy despectiva, los califico asi y hablo incluso de monstruos, digo 'yo voy de noche ahi a ver llegar los monstruos'. (...) Y, a pesar de todo, yo creo que inconscientemente en ese momento me estaba rescatando por la via del idioma, ahi, en mi terreno, en el terreno del escritor, (...) me conecto con una realidad argentina de la cual no tenia conciencia". Tambien "Las Menades" de Final del juego, de 1956, puede asociarse con los conciertos que los gremios ofrecian como funciones gratuitas, aunque en realidad se trata aqui de un teatro de provincia, el Corona, donde un director lleva musica especialmente elegida, hasta que durante un concierto, el publico se altera de tal modo que termina destrozando el teatro junto con los instrumentos y persiguiendo a los musicos. Este cuento puede ser leido como una alegoria de como el descontrol de las masas termina por aniquilar a los que no comparten sus codigos culturales.




"Interrogamos al pasado para obtener la respuesta del futuro, no para volver a el en melancolica contemplacion o para restaurar formas abolidas, sino para que nos enseñe cuales son los metodos con que se defrauda el presente, e impedirlo"

(Arturo Jauretche)



Perón no pudo haber sido sino argentino, pero tambien Borges lo fue, argentinados ambos en su contradiccion, exiliados adentro y afuera, con odios antiguos sobre los hombros y la fatalidad del destino guiando sus pasos.
Somos, los argentinos, el resultado de un país joven que pasó por una infancia violenta. Nuestros ojos guardan, todavía, el miedo al saqueo, la genuflexión de las clases dirigentes, la traición a la vuelta de la esquina, la vital necesidad de creer en algo que no sabemos de qué se trata. ¿Habremos sido verdaderamente argentinos alguna vez? ¿Nos habremos permitido fracasar por nuestros propios medios? ¿Cuándo nos tomaremos en serio a nosotros mismos?
No tengo respuestas, y estas son sólo una pequeña parte de las preguntas.

Esto fuimos. Esto fui. Esto soy.

¿Continuará?










*se recomienda la lectura del libro "Barbarie y Civilizacion: sangre, monstruos y vampiros durante el segundo gobierno de Rosas", Gabriel Ferro, Editorial Marea.



Buscapies.

jueves, 16 de octubre de 2008

Que mis amores no se vuelvan intolerantes















Que mis amores no se vuelvan intolerantes,
que mis miedos no me quiten la voz,
que mis experiencias no te juzguen,
que mis inseguridades no impidan que me ames.

Que mi desnudez no te lastime,
que mis obsesiones de perfección no se vuelvan realidad,
que mis anhelos nunca te falten el respeto,
que mis visiones no me encandilen.

Que mi ansiedad no nos consuma,
que la culpa no sea la responsable de mis desdichas,
que mi soledad no me duela tanto,
que nunca se responda la duda.

Que no me olvide que amarte es mi impulso,
que mi pasión por vos no te limite,
que lo mío sea nuestro, siempre,
que tus parásitos me coman las entrañas y aprendamos juntos a convivir con ellos,
que mis confesiones te sepan a deseos.





Yo te cuento lo que me parece sentir, pero creo que jamás tendré una certeza.










Buscapies.

domingo, 12 de octubre de 2008

Madre


















Bajando por la ciega escalera,
ruin tiempo has de escapar,
como, con el viento, planear,
sin necesidad de más gritar.

Animal muerto y desterrado de su sino;
viuda, la parca, me ha de llorar.
Como perro sin casa, como gato sin cartel,
furia de soluna bañada de hiel.

Pero no ha de llover si el lobo volvió a sangrar, nacer, lamer.
Alimento. Vientre. Cósmica luz, voz de madrefaro: hacia ti voy… ya he de llegar.



Hache

miércoles, 8 de octubre de 2008

Revés / Yo Soy





Reflejos de una risa
asfixiada por el deseo,
por las ansias.

Los gritos se hacen guturales
al observar las sombras
que se corrompen.

Y el espejo logra
que me mires
como si fuera otro.






"Estoy solo y no hay nadie en el espejo" (Jorge Luis Borges)



Buscapies.

sábado, 4 de octubre de 2008

Visión




Lleno de azul, respiro, suspiro, me entiendo.
Veo espíritus diminutos buscándose entre multitudes de aires esporádicos.
Venciendo el alimento que me ofrecen dulces bestias sin más que mirarlas danzar entre compases indivisibles y talones desarmados.
Aguas misericordiosas pasan tiempos en mí, mientras las dejo aventurarse entre los yuyos de las mascarillas del suelo.
Un sueño pesado me despierta hacia otro lado, un espacio vecino, rutinario.
Leo, y vuelvo al azul, a respirar, a suspirar, a entenderme.



Hache

domingo, 28 de septiembre de 2008

Victoria





Victoria es una nena y tiene un collar de perlas. En realidad es un collar sin fin que crece con Victoria. Cuando era chiquitita su mamá la encontró metiéndose una perla que se había encontrado en la playa en la nariz. Intentó sacársela (como hacen las mamás) pero Victoria gritaba cada vez más fuerte; entonces, comprendiendo, tomó la perla y la puso en un piolín armándole un collar.
Desde ese momento, colecciona perlas. Siempre encuentra una en algún lugar, ella cree, ella sabe que la están esperando. Y claro, las va agregando en su cuello.
Sobre el mar vemos revoloteando a Agustina, la gaviota. Es un bicho muy vanidoso y lo que más desea en el mundo es poder brillar. Cree que chupando perlas lo va a lograr y por eso tiene a Victoria en la mira. Agustina es un poco inteligente, y un poco tonta.
Agustina tiene un aparato precario pero simpático (aunque algo sucio) para derretir las perlas y preparar su brebaje mágico....bueno, en realidad no es mágico, solo lo hace para impresionar...para que nadie pueda cagarle la ilusión diciendo que chupando perlas no va a conseguir nada. No está solo en su misión, cuenta con su ayudante, el berberecho E-milio. Impecable en el arte del camuflaje, E-milio es un gran espía. Si no fuera porque a veces olvida la misión y porque realmente es una odisea que estos dos seres se comuniquen, ya habrían conseguido el collar hace rato.
Pero una tarde muy soleada tuvieron suerte, y entre distintas artimañas lograron robarle el collar a Victoria. Ella lloró muchísimo por un buen rato al no encontrarlo y hasta le sangró la nariz. Pero entonces, mientras buscaba en su casa el collar (por si había vuelto) descubrió un paquete lleno de copos de azúcar riquisímos que había en la alacena. Inmediatamente se sacó el algodón que le habían puesto para sanar la sangre y salió corriendo a jugar.
Lo que vio en el cielo terminó de llevarse toda su tristeza bien lejos; era algo hermoso: un pájaro brillante riendo extrañamente que volaba cada vez más alto, que volaba a las estrellas, que seguramente se convertiría en una.
Desde ese momento, Victoria busca pies de papel en la arena y los junta en una caja bien guardada.







Buscapies.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Ya no

Ese mundo que con tan solo palabras inventaste.
Ese guante que me arropó sin querer.
Y tú, con tu vida, has partido ya.
Nada podré hacer sin tu mar.
Quizás otra chance, otro consejo.
Otra brisa...
Eterno pero frágil amar.

El seno del olvido es irrompible.
Sólo tu sombra alcanzaré.
Mis verdades cayeron desnudas frente a ti.
Y no me creo capaz de perecer.

Sólo en tus ojos yo puedo creer.
Aunque no lo vea, las hojas van cayendo.
Su quejido es escuchado por el viento,
quien ya no puede volver el amanecer.

Las miradas que me vigilaban
no reconocen su derrota.
Tu resplandor, tan claro a través del cristal.
La noche ya no caerá ante ti.

El parecer de tu alma,
tan incómoda ya sin cuerpo.
No tendrá ya más memoria,
no tendrá ya más secreto.

La censura en tus ojos,
todo eso que no quieres ver.
Y mis ojos, desentendidos,
se dejan morir en su propia oscuridad.

El llanto que irradia la luna,
la niebla invade mi habitación.
El redescubrimiento de ese mundo,
esas paredes simulan ficción.

Pero yo ya no soy...
Aquella persona, ya no...

La imposibilidad abrumadora.
Ese camino está fuera de rumbo.
Las aves ya no cantan.

Durmiendo esperaré...
Enceguecido y tranquilo ya...



Hache
(cosecha 2003, creo)


jueves, 18 de septiembre de 2008

viernes, 12 de septiembre de 2008

Final para un Poema de Amor



Pero queda algo todavía por decir
siempre queda algo, algún pertrecho

un último detritus en la tinta,
algún pájaro que allí rehila

ciertas imágenes que adoro y no conozco.





Buscapies.

lunes, 8 de septiembre de 2008

El ídolo tallado

Noble y vulgar
A las personas vulgares, cualquier sentimiento noble y magnánimo les parece inútil y, por consiguiente, poco creíbles: cuando oyen hablar de ellos, guiñan el ojo y parecen querer decir: "ya habrá algún interés en juego, nunca se sabe". Son recelosos con el noble, como si éste buscase su ventaja por caminos furtivos. Si se los convence con demasiada claridad de la ausencia de intenciones y beneficios egoístas, el noble es para ellos una especie de demente: desprecian su alegría y se ríen del brillo de sus ojos. "¡Cómo se puede alegrar uno de salir perdiendo, cómo se puede querer salir perdiendo con los ojos abiertos! A las emociones nobles tiene que estar vinculada una enfermedad de la razón". Así piensan mientras miran despectivamente, igual que desprecian la alegría que produce al insensato su idea fija. (...) Comparada con la naturaleza vulgar, la naturaleza superior resulta irracional: pues el noble, el magnánimo, el abnegado, está en realidad sometido a sus pulsiones, y en sus mejores momentos su razón hace una pausa. (...) Éste posee algunos sentimientos de placer y displacer con tal ímpetu que frente a ellos el intelecto tiene que callar o que ponerse a su servicio: en esos sentimientos, el corazón sustituye a la cabeza, y a partir de ese momento se habla de "pasión". (...) La sinrazón o la peculiar razón de la pasión es lo que el vulgar desprecia en el noble, en especial cuando ésta última se dirige a objetos cuyo valor le parece ser completamente fantástico y arbitrario. (...) El gusto de la naturaleza superior se dirige a excepciones, a cosas que normalmente dejan frío y que no parecen tener dulzura alguna (...).


Friedrich Nietzsche








Tenía ambiciones. Serenidad. Una tarea por cumplir, acá, en la tierra de todas las cosas. Seguridad. Un poco de paranoia. Y algunos libros. Y es allí donde solía encontrarlo. En Él sí creía. Pura devoción. Y no había otra forma de hacerlo. No, definitivamente no había. Ya lo imaginaba. Sería imposible compararla con cualquier otra cosa que ocurra en su vida, y hasta en la de los demás. Una empresa ejemplificadora. Todo eso que él llevaba adentro. Toda esa pasión bajo su piel. Lo sabía. Lo presentía. Algo casi monstruoso. Pero dulce. Mágico. Así se lo había propuesto.
Picar. Semejante masa. Pulir. Ampollas en las manos. Tallar. Y el calor. Se cansó de la luz cortando todo en dos. Una pirueta, la lámpara desde el techo, hasta un palo, de ahí contra la polea esa que creyó que jamás utilizaría, y listo. Ahora un tímido color ámbar pedía permiso para teñir el improvisado taller. Saca la penumbra de ese rincón que nunca antes había amueblado, y que ahora se tragaba toda la luz de la habitación. Tenía a mano todo lo que necesitaba. Tener que buscar algo en la oscuridad del resto de la habitación, mejor ni pensarlo. El zumbido de la luz. Una gota recorre su sien, mira de reojo su oreja, y se diluye en su cara sin afeitar. No sabía bien lo que hacía, pero avanzaba. Un ídolo, tallado por él mismo, en aquel rincón. Los músculos no se acostumbraban. Tarea difícil resultaba ser. No era tan fácil de moldear. Pero semejante obra. No podía no hacerlo. O por lo menos su orgullo no le permitía siquiera pensar lo contrario. Pero se daba cuenta que no terminaría más a este ritmo. El sol había caído muy temprano hoy, pero no había mayor apuro, más que la presión de poseerlo, ya. Quizás un golpe. Porque también había leído eso sobre Él: a veces golpeamos para moldearlo y encontrar su verdadera forma. Se acomoda. Mide. Frunce el seño. Pega. Rompe. Rompe. Sí, rompe. La mente se había ido, tocando bajito, en algún momento. Y acá se encontraba ahora, solo frente a la moldura partida. No atinó más que a respirar, con la mirada perdida en el zócalo.
Se sentó, tratando de rearmar en su cabeza lo que lo había llevado a intentar hacer todo esto. Lo último. Sí. Se vio a sí mismo, un tiempo atrás, mojando sus pies a orillas de un río. No encontraba nada más. Pero cómo olvidar esas aguas, esas mieles del Leteo.
Volver a sí mismo. Y siempre tuvo muy claro ese camino. Home-ward. No era necesario demostrar lo propio con un monstruo de tal magnitud. Porque él sabía. Se sabía. Pasifae, pasiflora, pasilargo, pasillo. Y luego estaba. Definitivamente eso no era la construcción de tal inmensa criatura.
En silencio, volvió a tomarlo. Porque ahora lo comprendía. Un pequeño bollo era lo único que ciertamente necesitaba. Lo separó del resto de la masa. Sus manos. El almíbar. Clavar un dedo en el centro, de derecha a izquierda, hasta casi atravesarlo. Un corte en la parte superior. Una magulladura en el frente. Lo único antropomórfico eran dos pies detalladísimos, hermosos. Un vértice casi mordido. Un trozo partido de jade ubicado fuera de centro. Parecería que casi por azar. Pero no era así. Porque ahora sí, lo sabía. Era él. Él. Más Él que nunca. La pasión, allí estaba. No era en lo impactante. Era esto. Acá. En él.
Y en Ella.



Hache

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Borges y la trampa





Taboada da vuelta las páginas y hace asá con la cabeza, una manera que, de lejos, puede parecer de confirmación de una sospecha, o de asombro ante lo imprevisto, o de absoluto desprecio por lo leído, o vaya a saber qué cantidad de cosas más. "Ganas de joder", murmura Taboada, dando por tierra con todas las apreciaciones expuestas para darle el gusto al observador lejano que lo veía hacer así con la cabeza. Ese "ganas de joder" no se condice, de ninguna manera, con las sospechas o el asombro o el desprecio, sino con algo más visceral, más profundo, más terrenal si se quiere. Para ponerle un nombre, digamos, embole. Y Taboada lo confirma con una frase, si bien pobre en cuanto a lo estilistico, bastante ambiciosa con razon en cuanto a lo certera.

-Estoy con las bolas llenas -dice, tajante.


Hasta el momento, el Chino y el Rengo estaban cada uno en la suya, viendo, de vez en cuando, cómo Taboada daba vueltas las páginas de un diario español, o se detenía en una para leerla a fondo, daba vuelta, volvía sobre la misma nota. Ahora, con el exabrupto impensado, le prestan más atención.


-¿Es una metáfora? -pregunta el Chino, revolviendo el cafe.

-¿Vos leíste a estos tipos? -dice Taboada, señalando el diario-, todos los dias lo mismo. Aparece uno y lo nombra, aparece otro y lo nombra, un tercero y lo mismo.

-¿Nombrar a quién? -dice el Rengo como para entender un poco de qué está hablando Taboada.

-A Borges -dice Taboada-. Las bolas al plato me tienen con nombrarlo a Borges a cuento de cualquier cosa. Pregonan el fin del libro como vehículo para la literartura y zácate, lo nombran a Borges. Hablan del aumento en la cantidad de blogs que postulan novelan y dale otra vez con citar a Borges. Los yanquis invaden cualquier país y otra vez Borges. Murieron las ideologías?: Borges. ¿Aumento el boleto de tren en Islandia?: Borges.

-Bueno -dice el Chino-, Borges escribió bastante y habló también bastante, ¿no?

-No te lo voy a negar -dice Taboada-, pero estos lo usan para mencionar cosas con las que Borges hubiera estado en total desacuerdo. O, peor, cosas que ni fu ni fa.

-¿Y ahora, en particular, estallás porque dicen qué cosa? -quiere saber el Rengo.

-Es una secuencia de cosas, no una. Hace unos días decían que internet propiciaba otro tipo de autor y arrancaban la nota citando al venerable ciego. Despues, con el asunto zamarreado del libro electrónico, otra vez con Borges. Ahora, el salame de Vargas Llosa diciendo que la Argentina optó por la barbarie, en lugar de la civilización que él cree descular en la figura de Borges. Y todo porque le hicieron un escrache cuando pasó por aca.

-El escrache, digo, ¿es por la manera de escribir? -dice el Chino, metiendo púa- ¿La Sociedad Argentina de Escritores mandó un grupo de encargados a huevearlo a Vargas?

-No, lo escracharon por peruano vendido, por neoliberal, por cómplice por olvidadizo, como huberian escrachado a Fujimori -dice Taboada.

-Otro gran escritor el japones ese. ¿no? -dice el Rengo, ya en tren de joda-. Ya lo dijo Borges, que de japoneses sabía un montón.







Buscapies.

sábado, 30 de agosto de 2008

Mon unique désir

Ser, por un segundo, todo tu interior, todo pensamiento, todo sentimiento, toda emoción. Ser, por un segundo, todo lo que existe fuera de tu corteza, el centro de tu corteza. Ser, por un segundo, la lengua que da la vida, el ojo y la mano, la boca y tu sien, todo el aire y los mares. Ser, por un segundo, poseedor de tus palabras y que tus palabras me posean en ellas. Ser, por un segundo, una letra en tu cuaderno, toda paz, todo silencio, toda siesta. Ser, por un segundo, sal y ciudad, prosa y gusano, paladín y siervo. Ser, por un segundo, todo silencio, toda pena y toda brisa. Ser, por un segundo, toda voz, toda vos.
Y pasar a la historia como quien fue, por un segundo, toda tu existencia y quedó perdido por una eternidad dentro de un segundo tuyo.




Hache


martes, 26 de agosto de 2008

De cómo Julia y Federico recuerdan a Kid A, el miedo a la libertad y el arte de amar, entre otras cosas


















Federico: ¡Qué tema este de los sueños!

Julia: No podría entenderme nunca. No sabe que lo espero para entenderme precisamente. No sabe que intenté entenderlo más a él que a mí. No sabe como yo de mí. No sabe que, no sabe, no sabe, sabe, que...no. Yo sé aún más de él porque viví en su sueño más de una vez y por obviedades nunca se lo dije. Renuncié a los míos para que él...no sé para qué. Nunca se dio el momento, ¿viste? El nunca lo sabrá.

Federico: ¿Por qué?

Julia: Porque creo que es imposible. Imposible en esta realidad, ¿con este lenguaje explicarlo? Menos a él.

Federico: ¿Y si hacés un intento de...?

Julia: Mi único compañero es mi dragón. Mi pareja, mi padre y mi hijo. Concluí que es el hombre en mi vida ya que... ¿sabés que? La tormenta se reía de mí en su sueño. Él era un rayo/trueno que se reía, el sonido era una risa horriblemente grave y eléctrica. Mi tristeza estaba muda, sin lágrimas explotaba en observación. Me quedaba viéndolo y escuchándolo todo, torturándome con aquella tormenta que era de él, consciente de que me había metido en su pesadilla. No pude decir nada. Las palabras que pude mencionar, tan vanas, las veía...eran mezcla de papel mojado, entre quemado y con suciedad de asfalto... no sé, él me hablaba de paraguas que se rompían y no servían más para nada. Para nada, ¿entendés? No sé, por suerte desaparecieron. Luego eran unos pasajes de micro en mis manos, luego unos autos en la ruta de las brisas, del horizonte, que era miedo y felicidad, que escondía una catástrofe, una tragedia en las manos de su volante. Luego me encontré llamando por teléfono no sé a quién, marcaba números desenfrenadamente, sin sentido, pero con la certeza de que aquel era el número, y la persona que me atendiera... Después era él diciendo: "llámame si quieres tocar mis huesos, si quieres mojar mi nariz o si vas a revisar mi ojo para entenderme. Si mis parpados mueren mientras te besan, no te asustes".

"Tengo un pasado de mierda que vive en mi columna vertebral. Algo así era", solía decir Kid A.








Buscapies.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Hoy es ayer




Hay ciertos momentos en que uno, de repente, sin pretenderlo (acá, de vuelta: la dualidad consciencia-inconsciencia; todo está, sabemos todo lo que hacemos; consciente o inconscientemente, de cualquier forma, lo sabemos), descubre nuevas cosas volviendo a mirar las mismas formas que uno creía recordar de memoria. Pero que resurgen y son. Son.

-Como quedarse hasta tan tarde, que uno sólo escuche colectivos y sirenas. O pajaritos y caballos, según de qué lado se esté.-

Y que hoy es esto. Es reír. Es llorar. Es reír llorando. Es llorar riéndose. Es reírse de que uno se ríe mientras llora, y tentarse, y sin poder (querer) dejar de llorar. Entonces, uno disfruta de llorar (obviamente; por algo nos llevamos bien, no?).
Y me quejo, porque no sé bien porqué lo dulce siempre se lo relacionó con lo feliz, y lo triste, con lo salado (quizás por la misma lágrima, alguno dirá). Pero qué errados que viven tantos. Y qué poco saben, a diferencia de las lágrimas.


Hache


Hoy es ayer. Y mañana es mejor. Siempre.

lunes, 11 de agosto de 2008

Nochenombre

Sos como la muerte del día,
como ese tren que nunca es igual,
como la hora en que el pájaro calla,
como cuando todo funde en negro.

La idea inconciente de ser,
la de no-ser y la del somos.
Porque éramos y cargábamos con todo,
y hoy nos miramos sin sed.

La noche de Arlés, la gramilla,
una hora gastada y un grito.
Las sillas arriba de la mesa, la calle
y tu nombre pintado en el paredón.



Hache



miércoles, 6 de agosto de 2008

Terrazas




El manifiesto de sus parpados, la dulce miel que cae desde su labio inferior relame las yemas de sus dedos riendose del atardecer, susurrando un murmullo a los autos nuevos tan limpios, espejos del Sol. Navegando voy entre las nubes y la musica de una radio interferida, mal sintonizada. A veces arribo sobre el parlante en la terraza del edificio rojo.








Buscapies.

viernes, 1 de agosto de 2008

Resignado

¿Hasta dónde pensabas llegar hoy,
que el día brilla, las sombras nos siguen
y todo parece tener un gusto especialmente dulce?

Ojos de gato, humo saliendo de su boca,
danzando vas entre las desgracias ajenas,
librando los destellos de tu incontenible alma.

Guía del museo de tus fracasos,
todos los veranos rotos, las manos ajadas.
Tu sexo promete luz, origen de todo,
de toda esta nada, la muerte.

¿Hasta dónde pensabas llegar hoy,
que la noche su velo levantó
y estamos ya un poco más cerca
del fin de esta obra?




Hache

lunes, 28 de julio de 2008

Existencialismo



Me enteré que nunca hubo entrada y salida, que siempre fuimos lo que hemos inventado para fingir que sabemos, que conocemos personas y palabras que ni ellos conocen. Haber inventado todo nosotros mismos nos da un poder, el poder de eliminarlo todo. Eliminar, vaciar y así...no palabra, no entrada ni salida, si no la vida, la palabra y la vida, la palabra o la vida. No me crean, soy tan confuso como humano. Soy lo que eternamente fui. De lo que está y no se usa.





Buscapies.

miércoles, 23 de julio de 2008

Alma


(sugerido de "Durazno sangrando", de L.A. Spinetta)



La vida me balanceaba a la sombra inocente y perfumada de mis hermanos cuando vi por primera vez los anillos del Insecto Silencioso. Con horror supe que el mundo era un vivén hacia la podredumbre segura. Esa noche me dejé colgar de mi médula dolorida hasta que mi noble traje de terciopelos naranjas se manchó de sangre traslúcida y después el aire y golpeé contra el rocío y vi el cielo girar y girar hasta que me desvanecí de vértigo junto a un río. Y quedé sumergido en un sueño espeso como el musgo. Y cruzaron lunas sobre mis lágrimas. Y murmullos irrepetibles de música breve me envolvían desde la profundidad. Hasta que en una noche clara distinguí al Samurai Invisible contemplándome. Sus labios se movían dulcemente. “-Quien canta es…-” comenzó a decirme. Como por un golpe, mis fibras temblaron. Se desgarró mi piel y mi carne. Sangré rojo y dulce. Y vi en el centro de mi mismidad un cuerpo distinto y sólido. Mientras el Samurai se sonreía, narrador y omnisciente, yo grité y caí hacia el centro del agua y el cielo iluminado brillando en mil fragmentos de cristales líquidos. Cuando me alejé, el Invisible caminaba sobre el agua y el viento agitaba sus sedas y soplaba los pétalos del loto que viajaría conmigo en la corriente hacia otras orillas.

El sol ya había salido. Por la mañana, me encontrarán pescadores, sangrando río abajo.











Buscapies.

viernes, 18 de julio de 2008

Julia y Federico





Julia: Estoy en la butaca, llorando emocionada, y actuando, al mismo tiempo.
Federico: Es que tu espíritu se fue.
Julia: Me aburre Julia.
Federico: Vos la dejás ser lo que es. No hacer nada.
Julia: Tengo que reinventarme.
Federico: Siempre encadenada a tu cuerpo.
Julia: Fuera de él. Lejos, bien lejos.
Federico: Julia es el centro y el límite.
Julia: Tengo que reencontrarme para después poder salir otra vez.
Federico: El centro es lo más alto. Cada paso que te alejes será bajar un poco.
Julia: O quizás el centro sea lo más bajo...
Federico: Te morís de ganas de comprobarlo. Te encanta saberte en el filo.
Julia: Si sigo así, toco fondo.
Federico: Y si vas allá, podés no volver.
Julia: El frío duele.
Federico: El frío te recuerda que estás viva.
Julia: Y encerrada…
Federico: Y encerrada…


Hache



lunes, 14 de julio de 2008

Instrucciones para vivir





Se libre para que puedas elegir el único camino que soportarás en la adversidad. Se sincera ante todo con vos misma. Y se feliz. Sobre todas las cosas, se feliz. Que una vida sin felicidad, libertad y amor, no vale la pena ser vivida. Y reíte, reíte mucho, reíte toda la vida, reíte hasta por las rodillas, reíte y mostrale al mundo todas las arrugas que tenes de tanto reirte!










"porque el mundo no importa si uno no tiene fuerza para seguir eligiendo algo verdadero".







Buscapies.

sábado, 5 de julio de 2008

Cosas que pasan durante el insomnio




Ellos se encuentran, de casualidad, a la noche. Allí, donde no hay luz que alumbre ni frazada que abrigue. En ese momento, cuando ya nadie más queda y sus miradas cruzadas no pueden ser evitadas. Uno, que no deja jamás de apostar. Otro, que sólo sabe de sacar cuentas.
Tímidamente se acercan. Se saludan de compromiso. Se acuestan. Se miden. Y luego cruzan unas palabras.
-Cómo andás?
-Bien, y vos?
Pero tan insostenible le es a veces mantenerse entero. Es que, claro, no hay forma de hacerse creer a él mismo que ella no era la mujer a la que habría de amar.



Hache



martes, 1 de julio de 2008

Fugaz


Con los ojos, observo el temblor de tu boca tan lejos de mí besándome. Cuando el silencio calla, devuelvo la palabra envuelta en el aire. Todo es tan invisible y calmo a pesar de los cuerpos y sonidos. Escribo en este camino de nubes azules, es mi regalo en este silencio, una espera aguda, un dolor sangrante esperando secarse, un hueso listo para desaparecer entre la tierra y el peso del mundo. Ya no sé cómo llamarlo, si supiera de mi espera. Quise despertar con su desvelo, con su golpe en la pared, pero el silencio vuelve y no hay nadie frente a mis ojos, sólo cosas, cosas, cosas, co...
Inverso juego en este encuentro, una pregunta y mil respuestas en pausa. Despertar y no verte, al final de todo, imaginarte real. Resplandecer bajo tu forma mía y extraña, ajena. En mi pupila explotaba tu cuerpo, se deslizaba tu fuerza, era un reflejo, una sombra. Podía verte y no sentía nada más que la vida. Ahora es tarde o...nunca lo sabremos. ¿Dónde estarás? ¿Dónde estoy?







Buscapies.



lunes, 23 de junio de 2008

Le jour international du parapluie cassé




Obviamente. Quién podía andar un viernes a las 9 de la mañana, bajo la lluvia, y con una temperatura que estaba fuera de toda notación nominal?
Y sí. Sólo gente rara.
Y yo. (Alguno ya habrá sacado tempranas conclusiones)

Massacres palestinas en las paredes, un linyera haciendo flexiones de brazos entre adoquines y oficinistas (renuevo mi afición por los linyeras). El bar de las rubias de neón: cerrado. Un bondi en el que sólo se sentaba del lado de la ventanilla la gente con anteojos feos. Una señora paseaba, creo, extraviada del resto del pequeño grupo de expedición que acompañaba a Juan Salvo contra los Gurbos. Y andando por ahí, otra vez, yo.

Y el viento, más aún que la lluvia, que cortaba carnes de nylon y rompía huesos metálicos (varios comprados en Constitución). Sin discriminar: negros, azules, rojos, marrones. Poco le importaba.
La gente, luchando y forcejeando. Algún otro que, ya resignado, no le ponía demasiada importancia al revés de su paraguas.
Y, quién más sino, yo. Que no podía permitir(le) 'entrar en el ciclo innoble del tacho de basura o del cordón de la vereda'. Y esta vez sin ninguna Place de la Concorde, ni Parc Montsouris cerca. Simplemente unas incontenibles ganas de darle un toque más areodinámico al que tenía moribundo entre mis manos (un poco más 'aero' que 'dinámico'). Y las caras de las personas se elevaron siguiendo algo que viajaba, mientras cruzaban la avenida Santa Fé.
"Un exabrupto", dijo una voz dentro mío, con tono convencido. Un juez. "Sepa disculpar. Le juro que no quise hacerlo.", se disculpó la consciencia.
Se corre la voz de una terrible represión a la próxima manifestación. En secreto se corre el nombre del grupo subversivo que se adjudica este hecho. La prensa los habría llamado alguna vez "Los Inconscientes".


Hache



miércoles, 18 de junio de 2008

Nacimiento





Hoy trataba de recordar cómo fue ver el mar por primera vez, me gustaría tener ese origen aún en mi mirada. Sólo me acerco un poquito a la sensación cuando veo a través de tus ojos, renaciendo eternamente. El mar engañoso que nos cuida, el mar. Calmo y tormentoso. Nos vio llegar.

Y con sus olas de salada inmensidad, nos prometió casi sin hablar, un mundo azul, mar. No pudo evitarlo y así fue, dos inocentes criaturas creyendo en el traicionero amor eterno, para siempre.

Vos fuiste la primera en salir (no podía ser de otra manera), estabas ansiosa y te llamaban tanto! Julia lloraba a gritos y un pirata que jamás sería nuestro papá te tomaba en sus brazos, conociendo la felicidad. Si no me hubieses contado lo hermoso que era, si no me hubieses querido tanto como para compartir conmigo ese momento...ay! Si no fuera por toda la curiosidad que hay en la sangre Morgan, todavía estaría en la panza de mamá, esperándote.

No es tan lindo el mundo siempre como creí alguna vez, no. Pero ese maldito mar nos salvó. Nos salvó mientras nos condenaba.




Buscapies.

viernes, 13 de junio de 2008

Otoñal



Obsesiva necesidad de caminar por el borde de cuanta altura tenga frente a sus pies. Queriendo forzarlo, sin entender, pero nunca animándose a saltar. No sé si es simplemente por el placer de golpearse o el de caer encima de quien va por tierra firme.
Un otoño que sufre su habitual enfermedad. Mientras las hojas secas se desprenden de las ramas ya casi peladas, alguien dibuja su cara sólo con pisadas, sobre las baldosas húmedas de mayo, mientras en otra parte, alguien cierra la canilla y se mira a los ojos en el espejo, después de un largo tiempo.



Hache


lunes, 9 de junio de 2008

La anarquía de los abrazos


Espero al tiempo que llega a jugar conmigo hoy la noche. A expandirse transparente para que pueda hablar al fin. Le casi rogaba para que desaparezcamos juntos un rato, y dejar a las cintas como quieran volar. Los números son números pero el tiempo se respira, se pasa por todo el cuerpo para estar, es estar; el tiempo cuando dejas caer tu lengua y ella busca. El agua en tu lengua en el agua. Concibiendo todo el amor, en cada poro, tanto, tanto, tanto amor enseñándose a mis ojos de lágrimas brillantes, vivas verdes desde el espejo; claras como nunca antes (verde del más allá de las profundidades).
Antes años, solo podía, creo, solo me focalizaba vivía sentía intensamente los lados desgarradoramente tristes y tenebrosos. Ajenos, de injusticias, tristezas y sufrimiento, horrores alrededor mío y dentro de mí, paralizados, paralizado. Tal vez por no entender o saberlo en mi piel. De desesperante angustia desconocidamente familiar.
Yo no sé por qué se vive así, sé que la palabra compromiso que no puedo borrar blanco espacio cae. Y quiero seguir sabiendo que el conformismo es para luchar, combatirlo y no hay que subestimarlo (lo sigo sabiendo).
Por todas las voces que me ayudaron y que se siguen transportando y transformando, tantas pero tantas gracias de quien necesitaba sin saber por qué ser salvado. Que la felicidad, la hermosura de seres que se entregan es proporcional al sufrimiento que existe y todas sus caras en este dado gigante. Pensaba que quizás este cambio con nombre de aprendizaje (que hasta a veces llega a agotarme de tan fuerte, sin ser eso ni malo ni bueno) sea una reacción innata o aprehendida de bicho social, de ser humano en una sociedad, de saber que no se está solo nunca, de amor y de odio. Lo pensé como si eso significara un engaño, una mentira, pero alma sonreís cómplice por la ventana, llenándote del hermoso mensaje que escuchas y conoces: que mentira, que bicho, que todos, que uno…. Sea lo que sea creo que no importa. Vive, lo creamos o nos creó, hay que escucharlo para sentirlo y que así crezca por su curso (sin encerrarse), sin limitarse. No quiero imponérselo, no puedo pensarlo, limitaciones, no sirven tantas palabras y solas se borronean.

Sólo quería recordar que es hermoso naturaleza de abrazar por luchar.






Buscapies.

miércoles, 4 de junio de 2008

De cuando Lucía mira por la ventana mientras llueve y no tiene otra cosa que hacer más que pensar...




Lucía no deja de llorar por el ayer,
por el hoy, y por lo que, teme, vendrá.
Pero principalmente sufre por el tiempo.
Que perdió en Urquiza, por alguna calle que supo ser barrio.
Que perdió en su casa o bajo la higuera del jardín.
Que “perdió”...

Como si existiera tiempo que podremos volver a usar,
como si el pasado estuviera guardado atrás de la azucarera,
escondido y bien cerrado en la caja celeste de lata,
esperando para ser liberado cuando lo deseemos.

Como si el presente no fuera una simple línea
que el tiempo cruza de continuo, un vulgar límite
entre lo que estaba por ser y lo que ya fue.
Inútil pasamanos que se extiende por sobre nuestras cabezas.

Como si el futuro fuera algo más que infinitas posibilidades,
más que el comienzo de una rama que se quiebra sobre sí,
y sin ser ninguna de ellas, salvo una que, a su vez,
pasa a ser otra vez el ilusionista de los mil reyes que no serán.

Lucía dice que todo está mal, y llora por ella y por él,
por el balcón, por la risa, por las guerras,
por la locura, por el sol y por el tiempo.
Principalmente, llora por el tiempo.




Hache

jueves, 29 de mayo de 2008

La muerte de Kid A




Lucille se encuentra con Bruno, de nuevo, como nunca desconocidos.
Es de noche, no saben de qué día pero estiman que de semana, ya que hay poca gente. Nadie. Ellos no son gente, ellos son el muelle de Costanera Norte, la bienvenida al invierno y al viento en cubitos invisibles, acariciando la cara de Lucille, quemando las manos de Bruno que se viene desde allá. Ella lo percibe, sabe que detrás viene a matarla.


Bruno, tomándola de la cintura, besándola, acurrucándose en su cuello, brazos, cintura, tapado, cuerpo.


Bruno: "Lucille...frío en este momento tan esperado, te extrañé tanto, creo que no te dije, que te quiero, te amo, te quiero".

Lucille sonriendo lo mira y besa abrazándolo con frío, intentando apagar el frío de sus venas, del corazón congelado, del aroma de ciudad detrás de ellos, del aroma del río de los ricos, que es de nadie, por lo tanto de ellos.


Lucille: "¿Ves esa lucecita amarilla, allá?"


Bruno la mira a ella, mira cada segundo de su rostro, cada horizonte descubierto entre su piel y su carne, entre este viento y la sangre.


Lucille: "¡Mirá! allá... ahí".


Insiste y Bruno mira, luego, la mira a ella encandilada con esa luz.


Lucille: "No sé...la observo y me siento menos sola. Siento que comprendo la vida de esos navegantes, comerciantes, pescadores, marineros hijos del abismo acuático...en realidad no lo digo yo...lo dijo Kid A, alguna vez".


Bruno: "¿Por que ya tenes que nombrarlo? Kid A murió, amor...besame y basta con Kid A..."





Lucille lo abraza, lo besa, y se olvida de Kid A.










Buscapies.

lunes, 26 de mayo de 2008

Porteñísima


Gorda de tanto chisme y estupidez,
devora la vidriera, sombrea la vereda,
mientras detrás suyo, entre muertes, crisis y hembras,
dos bailan un tango, esquivando la mirada perdida del Che.

Mugre que sale de tanto rodar, pisada y volada,
manosea nuestros ojos, nos roba un insulto,
sin culpar, pero asesinando,
transpirando una sábana de Viamonte.

El viento sopla más donde hablamos de las muertes de nuestra niñez,
donde los pechos desteñidos chorrean miel agria,
donde se observa la cola de la Babilonia del sur,
la más grande, la más sucia y mogólica.

Maravillados ellos pasan, riendo los otros,
y apostados bajo la inmensa araña,
nos olvidamos del escandaloso fulgor porteño
hasta que la libación nos abra de todo.



Hache

jueves, 22 de mayo de 2008

El amor en los tiempos del cólera


Creemos en el cielo, en aquello que nunca vimos. Flotamos cayendo a pedazos por abismos despreciados. Creamos una fina línea que nos llena de susurros. Nos extrañamos hasta morir despiertos y llenos de sueños. Deseamos que todos desaparezcan y a la inversa, un instante de locura, nos cubre. El cansancio y las ganas de decir. Los gobiernos que pasaron, el rumor del dinero y los buhos nos rodean...tan parecidos a nosotros. Subimos a una montaña de aire, que es nuestra imagen, viviendo en una pintura de Dalí. Nos mentimos sobre las azoteas del microcentro...pero no nos importa.

Nos odiamos tan cerca, con tanto amor




Buscapies.

domingo, 18 de mayo de 2008

Las Tierras

Todos estos años parecieron suficientes para agotar esta fe,
para apuñalar y arrancar todas las vísceras.
Y nosotros, que sólo morimos una vez,
abrimos nuestros ojos ante estos aires
que nos son cercanos e intratables, preciosos y ajenos.

El barco que merodea entre las finas ramas,
fumigando estas tierras de deseo, de aires y de vísceras,
nos hiere una y otra vez, y así también resurgimos, una y otra vez.
Porque la tierra no es la culpable, y sólo de ella podemos esperar.

Pero la maldita nave no es quien para acabar con esta Pachamama.
Los campos son originarios y finales, eternos y mayores.
Viven con nuestra vida y mueren nunca.
Se extienden más allá de esta coraza, pero dentro nuestro.

Excede los límites propios y de las carabelas,
Existe dentro y fuera de todo, y nos posee.
Porque la maldita nave no es quien para acabar con el Amor,
esos campos que son originarios y finales, eternos y mayores.



Hache

miércoles, 14 de mayo de 2008

Un adiós


Hoy nada que nada y un poco muerto, me llevaste con vos en parte. . . el amor más sincero que ha existido en mi vida, enterrado bajo un árbol. Hoy todavía lloro por lo feliz que fui a tu lado. Más muerte de la mano de aquel Edipo que hoy se pudre al lado de su madre... de la misma manera que vivió su vida, en segundo plano... viéndote ahora, te veo por primera vez desde afuera... ¡cómo no te iba a ver desde adentro si te vi nacer, vivir y morir y hasta tu tumba cavé con estas manos! Sembré un perro, el segundo de aquel año.

"Quiero que estés a mi lado cuando la hora de partir para siempre haya llegado. He de gozar, mi agonía se ha marchado despedida por tu mano bienhechora. Como un mustio rosal que se desflora, han de caer mis fuerzas agotadas y velará mi cáliz deshojado la sombra de tu imagen protectora. Y así, mi vida verás cómo se ausenta mientras una sonrisa macilenta ha de tallarse en mi faz marmolizada; y a ti, mi amor, el que trocó mi suerte, has de ser mi camarada hasta la muerte, amado en vida y tras la vida amado."

Esta canción me recuerda al momento en que te ayudamos a morir. Mis caricias en un cuerpo aún caliente mientras mi vida se desgarraba por una grieta mucho más profunda y prolongada en el tiempo de lo sospechado en el momento. ¿Cuánto de tu fisiología aún se mantenía mientras yo te tapaba con la misma tierra que habrá de cubrirme algún día? Las larvas de mosca que te comían en vida y que también maté al enterrarte no abandonan mi memoria.
Anoche soñé con vos, amor incondicional, mi maestro de vida...¿quién más me hubiera enseñado la muerte? Soñé que escondido en el follaje de un árbol movía las ramas y vos me mirabas con tu sabia mirada que ni el más distraído de los humanos pudo ignorar al nombrarte por vez primera. Estabas viejo, con el cuerpo relajado pero tu mirada me decía tanto más; me decía "te estoy viendo, dejá de esconderte, ya sé la verdad, que estás ahí metido, ya de una vez salí". Desperté tiritando de frío y con un vago dolor en la rodilla...tal vez por andar escalando árboles entre sueños...¿Cuánto hace que sepulté tu cuerpo?...tres años...creo que nunca voy a lograr olvidar tu enseñanza última y mayor. Me domesticaste bien en esos años.


Tantas, tantas, infinitas, tantísimas gracias de éste, tu humano incondicional.





Buscapies.

lunes, 12 de mayo de 2008

Ensayo sobre la posibilidad



Porque las monedas tienen dos caras, no sé si habrá más bella justicia que ésta o si quizás sea un mero atentado (suicida) a la balanza. Si ambos lo creemos (o alguno o ninguno), poco importa. Porque siempre lo dije: esa justicia no tiene jurisprudencia sobre lo que tratamos, el Amor está por sobre todo lo demás. Es una cuestión de ser o no. Sí/no. Poco importan los grises, las explicaciones, las causas. Menos la forma -vos lo dijiste alguna vez-. Pero así es ahora. Fue, es, será. No hay demasiado más que eso. Porque los merecimientos no tienen peso. Son sólo palabras, bordes, huesitos, no más.
Justo-injusto. Es Amor o no es Amor. Ahora bien, no por eso vamos a dejar de ser. Uno. Dos. Uno. Dos. Ser nosotros. Antes uno-dos. Quizás luego, dos-cuatro. Multiplicación. ¿Pero dónde está la justicia ahora? Si dos no es igual a uno, si dos no es igual a cuatro. Si vos y yo no es lo mismo que. ¿Y dónde está la justicia, entonces? Si ‘lo que se hace por amor acontece siempre más allá del bien y del mal’. Me es imposible poder hablar de lo que llamamos “justicia”, si no hay “ética” que llegue a poder enjuiciar al Amor. Volvemos a donde estábamos: seguimos sin poder definir si todo esto, que es no-ser, realmente era el bien. Un no-ser víctima nuestra, y no al revés. Quisimos empujar al Amor por el filo de la montaña, sin darnos cuenta que somos nosotros mismos los que luego tenemos que ir a buscarlo para poder, así, volver a subir. Tirarnos a nosotros mismos, en vez de dejar que, en todo caso, sea Él quien nos tire. Porque quisimos ser más que Él. Hacer lo que Él no pensaba hacernos. Pero somos tanto menos. Aceptar que seamos nosotros mismos quienes nos empujemos sería sólo aceptar que lo podemos vencer. Una estupidez.
Rodar. Caer. Tirarnos por puro placer. Y no saber qué nos íbamos a encontrar en el camino, más arriba. Tirarnos por miedo a que nos tire. Siendo el miedo una posibilidad. Lo posible esconde detrás suyo lo imposible. Uno me dijo que ‘no hay otra posibilidad de amor que la que se manifiesta en el amor’. Pero aquella vez decidimos escondernos en la imposibilidad, en vez de encarar lo posible. Simplemente por ese temor, que quisimos disfrazar de poder. Porque tener-que-hacer no es querer-hacer. Hacer es poder, controlarnos, creer que nos controlamos, creer que hacemos lo que queremos. Y al final de cuentas, todo quedó en un patético “hagámoslo, no vaya a ser cosa que tengamos que hacerlo”. Actuar porque no quisimos que, entre las posibilidades, tengamos que hacerlo sin quererlo. Terminamos creyendo que lo hacíamos porque queríamos, cuando en verdad lo hacíamos porque no queríamos.
Y sólo eran posibilidades, variables, comas, boletos. Una decisión abre la puerta de otras decisiones y cierra, tras de sí, la puerta a las que quedaron en el camino. Pero todo esto sucede si nuestra elección es ir hacia delante. Es decir, la propia “posibilidad” depende desde un principio de otra posibilidad: la de avanzar o la de cerrar la puerta, por propia arrogancia, por creer tener el poder, por desechar los corredores y pasadizos en los cuales el propio eco del “hacer” muta en un fantasma. Un error y el espíritu nos echará de su palacio. ‘Pero, ¿para qué arriesgar? ¿Qué mejor que salir por nuestros propios medios?’, pero volver es abrir puertas del pasado, volver por lo que ya era piel. Deshojarnos, desangrarnos, abrirnos el cuero, suicidarnos por temor a que nos maten, por una posibilidad, por una de las puertas. Crear -con un ruido como único material- una enorme fiera de carne y hueso. De un vaso de agua, al propio Aqueronte.
La posibilidad nos dejará una incógnita siempre. En vez de abrir la puerta, nos partimos en pedazos a nosotros mismos, creyéndonos más. Como si cerrar fuera un elixir. Como si abrir, un puñal. Como si poder fuera querer. Como si hacer, morir.




Hache

sábado, 10 de mayo de 2008

Diálogo


Lucille: Estamos en un atardecer.


Kid A: Cuando caiga la noche, ¿llegaré?


Lucille: Si quiero, sí. En verdad no quiero que llegues.


Kid A: Los sonidos disminuyen cuando me alejo.


Lucille: Si no respondes, me respondo.


Kid A: Puedo crear tu mente, si quiero.


Lucille: Pero en verdad, sólo quiero saber.


Kid A: Un encuentro para partir.


Lucille: El desgano de los celos. El invierno.


Kid A: Calmar tu frío, calmar el dolor que necesitas.


Lucille: Un paso para escapar. Si queres irte, solo conmigo.


Kid A: Nos vamos, para siempre.



Buscapies.

miércoles, 7 de mayo de 2008

A modo de Manifiesto



Y así salimos, perdemos, lloramos, mentimos, corremos, gritamos, miramos, pegamos, cantamos, caemos, giramos, celebramos, denostamos, construimos, recorremos, abrimos, cruzamos, rompemos, caminamos, juntamos, volteamos, tomamos, encontramos, empezamos, enviamos, sufrimos, damos, castigamos, bajamos, quemamos, besamos, llamamos, seguimos, vestimos, pertenecemos, callamos, diferenciamos, pedimos, asustamos, faltamos, somos, estamos, amamos. Así. Gastando punta. Porque somos un lápiz, que se gasta, se consume, mientras escribimos lo que somos, e inseparablemente, también lo que no somos. Dejamos de lado trozos de nuestro barro y nos armamos de carbón. Y así salimos, escribiendo, armando palabras.
Palabras. Palabras que se apilan una sobre otra, sobre otra, sobre otras tantas. Palabras apiladas. Palabras comunes, viejas, nuevas, cansadas, palabras que fueron agua y hoy son fuego, palabras que dicen lo que dicen y más y otras cosas. Sea lo que sea, creemos que en el fondo no importan tanto las palabras. Viven, lo creamos o no. Hay que escucharlas para sentirlas y que así crezcan por su curso (sin encerrarse) sin limitarse. No queremos imponérselas (no podemos pensarlo), no sirven tantas palabras y solas se borronean.


Bienvenidos.







“En un sistema cerrado nada se crea, nada se destruye, todo se transforma”.

Antoine Lavoisier (químico francés)