sábado, 5 de julio de 2008

Cosas que pasan durante el insomnio




Ellos se encuentran, de casualidad, a la noche. Allí, donde no hay luz que alumbre ni frazada que abrigue. En ese momento, cuando ya nadie más queda y sus miradas cruzadas no pueden ser evitadas. Uno, que no deja jamás de apostar. Otro, que sólo sabe de sacar cuentas.
Tímidamente se acercan. Se saludan de compromiso. Se acuestan. Se miden. Y luego cruzan unas palabras.
-Cómo andás?
-Bien, y vos?
Pero tan insostenible le es a veces mantenerse entero. Es que, claro, no hay forma de hacerse creer a él mismo que ella no era la mujer a la que habría de amar.



Hache



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