viernes, 28 de mayo de 2010

A ver si por escrito lo entendés: esta todo bien con vos, llego y corro a verte, sueño que me escribe. Me levanto y vomito y al día siguiente vomito y luego sueño que matan a mi perro y me quedo pelado. Despierto y lo vibro como si fuera real un rato largo; 2/3 horas.
El pánico me sale fantástico.

Entonces: la soledad (aunque mi ángel me guarde como a un príncipe herido)

Entonces: que me dijiste adiós.

Lucho por salir pero mucho no lucho. No es falta de fuerza; es abstención.
El sol me sale mal, al choque.
Lo evito.

Voy por ahí, enfermo de la cabeza y el corazón a ver
a un chamán,
a un psiquiatra,
a si hay un mail.

Luego vuelvo a casa, pronto mi ángel se va.






Buscapies.

jueves, 20 de mayo de 2010

El interior del Interior.

Es viernes, once de la noche y todo sucede alrededor de la plaza principal. La movida gualeguaychense en esta noche de invierno son unas 100 personas: 6 chicos se hamacan en los juegos, 3 señoras mayores dan la vuelta al perro por la vereda de la plaza, 9 adolescentes masculinos beben cervezas apoyados en 1 camioneta Chevrolet estacionada, 3 nenas chiquitas corren sin rumbo fijo por la plaza, 1 mama las acompaña, 1 pareja de hombre y mujer se besa en otra camioneta estacionada, 1 anciana los mira sentada en una silla de plástico en la puerta de su casa, 16 hombres mujeres y niños comen panchos y hamburguesas en las 6 mesas del kiosco de panchos y hamburguesas, 10 pibes se apiñan alrededor de los dos futbolines del kiosco, 8 adolescentes de 2 sexos estan sentados en 2 bancos de plaza y 4 se toquetean mutuamente, 2 nenas de 8 cruzan la calle con helados que chorrean, 2 adolescentes femeninas se charlan de sus cosas sentadas en el borde de un cantero, en la vereda de enfrente el telecentro (2 mesas en la calle) reune 9 adultos, el bar pizzería con sus 11 mesas, la cancha de bochas del Club de Caza y Pesca a 9 hombres maduros y un chico sin barba todavía, el negocio de fichines a 3 adolescentes masculinos, la puerta de la comisaria a 2 agentes que fuman, la iglesia no convoca a nadie. El resto esta cerrado.

La obvia sensación de que en las grandes ciudades se vive en un mundo mas o menos electivo: las opciones parecen muy variadas. Acá, en cambio, no hay nada que elegir. El mundo es uno solo y cada uno forma parte de el, indisoluble. Dos muchachos de veinte pasan en coche con cumbia a todo lo que da, las ventanas abiertas.

"Ya extraño algo animal, quiero irme de este pueblo..", decía la canción.









Buscapies.

lunes, 3 de mayo de 2010

Existencialismo II

Este viaje, por momentos, me desespera un poco. La sensación de estar frente a la Espasa Calpe, la certeza de que la vida no me alcanzaría para leerla, la decisión de ir agarrando algunos tomos, mirando en esos tomos cuatro o cinco artículos, ir viendo lo posible. La inquietud por todo lo que falta por terminar. La desazón por todo lo que, después de terminar, habrá quedado sin hacer. La pucha.




Buscapies.