sábado, 5 de junio de 2010

Acerca de esa ridícula obsesión con el amor




-: ...pero no quiero que dejes de ser así.

-: ¿Así cómo?

-: Desdichado y melancólico.

-: ¿Por que?

-: Porque dejaría de amarte! Quisiera que no cambies en nada: ningún defecto, ninguna virtud... nada.

-: Es probable que pueda cambiar la virtud por defecto. ¡Eso si que lo puedo hacer!

-: No. Tampoco quiero.

-: Entonces quieres cambiarme....

-: No, no quiero. Quiero...te quiero. ¡Quiero poseerte! Eso si.

-: Poseerme.... tomarme en tu mano y guardarme en un bolsillo de tu vestido...sin bolsillos.

-: Exacto. Me avergüenza lo que decís, pero es verdad.

-: No. Nada es verdad y no debes avergonzarte. Para mi vos sos muy bella, torpe, algo exitosa y también creo que quiero poseerte.

-: Creo que nos complementamos.

-: Creo que nos asesinamos con placer. El amor es un sadomasoquismo hermoso, diferente a esto, ya sabes...

-: No creo. Creo que nos amamos y no hay odios. Al menos no de mi parte.

-: Vos siempre con el verbo amar...








Buscapies.

1 comentario:

Hache dijo...

"hay hombres para ser hombre nomas y hay hombres para ser arte.
un gusto haber dado con vos por este medio, che."

no lo olvidé.