lunes, 2 de agosto de 2010

Nadie salva

(...)

La primera en llegar fue Mariana Cusminsky, militante del Partido Comunista y estudiante avanzada de ecología. Aquí estoy camaradas, dijo con una gracia encantadora, para construir la nueva izquierda. Después largo la carcajada y saludo a algunos que no estaban esperando la reunión de la comisión sino haciendo huevo en el clima abierto del centro. Se trataba de tres o cuatro estudiantes crónicos. Che, ¿no llego nadie todavía?, pregunto. Si, estoy yo, dijo Luis. Ah, tenias lengua, dijo ella en tono amable. Si, ya ves.

Quedo apartado del grupo como media hora. Siguió cayendo gente pero nadie a la comisión. Sentía su cara con la expresión legible de un pelotudo o de un depresivo. Bueno, le dijo Mariana volviéndose hacia el, queres que hagamos algo nosotros. Dale. Que hijos de puta, che, así quieren hacer la revolución, dijo ella. En eso entro un militante del MST, que le dejo un panfleto a el solo. Claro, los otros eran viejos conocidos. Leyó por arriba: "Asumamos el compromiso militante de luchar contra todo lo que sea colonialismo, neocolonialismo, etc etc... repudio a los gobiernos títeres que reprimen a sus pueblos y se prestan a bla bla"

Bastante voluntarista, pura exigencia nacida de un conformismo justiciero, pura proclama sin estrategias viables para movilizar al estudiantado indeferente, pensó Luis. No dijo nada, como para hacer un comentario así frente a aquella belleza de ultraizquierda sin quedar como un retrogrado burócrata o como un joven viejo cortamambo y de clase media.


Bueno, te digo que nos dejaron todo el laburo a nosotros solos, dijo ella, lindo debut para vos. Tenemos que escribir algo para el cuadernillo de extensión universitaria, supongo que si perteneces al Interareas debes compartir el deseo de hacer otra universidad, ¿no?, diferente de esta, jerárquica, autocrática y autoritaria. Si, es cierto, pero la doctrina de la seguridad nacional me parece que perdió vigencia como para tener una visión así hoy, dijo Luis. Uf, no me vas a decir que sos un infiltrado de Franja Morada, dijo Mariana.
A Luis le pareció que por la hermosa boca de Mariana hablaba una militante revolucionaria de los setenta que el había conocido en la mesa familiar. Esta P.C. es hermosa, pensó, pero esta muy cebada por el discurso setentista, se torna una caricatura.

No, no soy infiltrado, dijo, a mi me interesa cambiar el mundo. Bueno, nene, pongamonos a trabajar entonces, porque el conformismo de la clase media no produce nada. Esta bien, tuvo ganas de decirle, pero quiza por la clase media alfabetizada, no solo vos y yo estamos aca, sino todos los demas, no te olvides que son pocos los que militan y hablan tan guerreramente de la universidad comprometida con la liberacion roja; tu comunismo, beibi, me parece que se esta cayendo a pedazos, mas que con ser Che Guevara, la gente de aca sueña con conseguir una beca y laburar en el Museum National d'Histoire Natuelle, ademas Marx es una cosa y Pitrola otra, no crees?, me parece que todos nosotros somos poco mas que unos hippies roñosos y soñadores que si no zafamos una vez pasado el divino tesoro juvenil nos convertiremos en resentidos mercenarios completamente fuera de sistema, tuvo ganas de decirle pero no le dijo.


Despues de dos horas y pico quedo confeccionado el texto para el cuadernillo de extension universitaria. Habian trabajado a la par. Una parte del texto decia: "tenemos que sacar la universidad a la calle o al reves, meter la calle en la universidad, hasta que sea una amalgama compatible; solo asi podremos trabajar sabiendo que sera util nuestro producto. Bajar de la soberbia del academicismo tradicional, aprender a tomar actitudes de compañeros y de iguales. El cientifico no tiene porque ser mirado como un bicho raro ni tiene que ser una sarten sin mango".

Quedo bueno, dijo esa belleza del cosmos que era Mariana. Pelo chorreando color oro y ojos marrones, cuerpo con detalles jiposos que no causaban rechazo. Ademas de eso, Luis no pudo dejar de reparar en esa palabra que se le habia ocurrido a el y que a ella le habia parecido justa: Amalgama. Amalgama en mezcla, mezcla entre bestias analfabetas y gente ilustrada. Se rio para adentro pensando que si Mariana le adivinaba el pensamiento lo excomulgaba directamente, tratandolo de facho de mierda, o simplemente de joven viejo y apartado. Bueno, nunca habia pretendido arrancar aplausos en las asambleas.

Che, sabes que me caiste bien, me pareces un flaco potable, le dijo ella. Luis se puso rojo. Ahh, no seas tan timido, bolu, que me pareces mas tierno todavia. Bueno, esta bien, enseguida me recupero. Quedo bien, ¿no? Si, pero no me cambies de tema. De inmediato le encajo un chuponazo tan hermoso que a el le parecio el chuponazo de la liberacion.
A pesar de que las cursadas habian finalizado y la cantidad de estudiantes habia disminuido notablemente, el centro igual se llenaba de gente hacia las cinco o seis de la tarde, ellos, entonces buscando tranquilidad, habian trabajado en el aula de geologia que estaba desocupada. Ademas de pupitres y el escritorio del profesor habia unos armarios donde se encontraban los distintos tipos de rocas, estos armarios eran tres y estaban como corridos de la pared del fondo dejando un espacio no tan estrecho. Veni, dijo ella, hagamos el amor detras del armario. No, para. Dale, burguesito, veni que lo vas a pasar hermoso. Te vas a olvidar de la 125. Se reia y le brillaban los ojos de mar. Para, ¿por que no vamos a mi departamento?, dijo el. Dale, veni aca, insistio Mariana.
En eso, entro el Titon, como le decian. Mariana, te estaba buscando, boluda, no te acordas que tenemos que ir al acto. Roberto ya llego. Che, y Pato, ¿por donde anda? No se, todavia no llego. Pero la charla es a las ocho. Y bueno, boluda, si ya son las ocho menos diez. Esta bien, tenemos tiempo, dijo ella, ¿queres venir?, agrego mirando a Luis. No se. Dale, vamos. Dale que es para fijar una posicion contra el arancelamiento y el cierre, contra el notable crecimiento de la derecha liberal en las decisiones. Ademas el objetivo final de la derecha es hacer el golpe, dijo el Titon. Upa, upa, que viene jodida la mano, loco, dijo Mariana. Si, no sabes, hablo intrigante e euforico el Titon. Supongo que saldras a defender la democracia con nosotros, le dijo Mariana a Luis ya con tono combativo.

A el le parecio que, pese a todo, no estaban dadas las condiciones para un golpe. El nabo del Titon, le parecia a Luis, se inventaba fantasmas para agitarse como revolucionario. Le parecia francamente un imbecil el tal Titon.


Fueron a la charla; habia bastante gente y enseguida Mariana se perdio entre el estudiantado de izquierda con Sergio. No alcanzo a ver si la tomaba de la mano; le parecio que si. Mientras esperaban para arrancar, un tipo de unos cuarenta y pico de años, bastante borracho, empezo a chicanearlo por el pin de Pocho que solia usar en la mochila. Lo empezo a empujar. Luis, palido, no emitio palabra. Un miedo cerval le corria por los nervios. No le alcanzo a pegar gracias a dos compañeros de curso que estaban en el acto y que conocian al tipo y lo pararon. Para, loco, que haces, no es un infiltrado, es compañero nuestro. No espero a que terminara el acto; en un momento se tomo el olivo.

Sentia asco por ese resentido de mierda. Ese tipo podia ser revolucionario, se preguntaba, no, ese idiota es un peligroso fracasado, se decia. La noche estaba estrellada. Camino hasta su departamento. Cada tanto miraba hacia atras, medio paranoico, le parecia que lo seguian y que lo iban a moler a palos. Lo unico que le resultaba groso de la izquierda y por lo cual adscribia a ella eran las madres de Plaza de Mayo. Perder un hijo debe ser tremendo en cualquier situacion. La lucha por los derechos de las madres a conocer el destino de sus hijos le parecia mas que justa.
Se fue tranquilizando, pensaba en la belleza de Mariana, con su pollerita y blusita hindu y su olorcito a marihuana. En el beso. A una cuadra de su casa comenzo a cantar "Soy porteño, cabeza de departamento...".

Los siguientes dias los paso solo en su departamento preparando un final. Era la materia mas jodida de primer año y se la queria sacar de encima cuanto antes. En su pueblo tenia una novia, pero pensaba en la bolche, se distraia mucho. No se la podia sacar de la cabeza y como no habian quedado en nada, la veria recien al año siguiente, tendria que esperar hasta febrero del año proximo.

Pasar muchos dias solo hace que la vida se vaya tornando vacia. Por momentos su mente era la superficie lunar, luego se agitaba y aparecian cosas. A esta mina la debe mover el deseo sexual, se deja llevar cuando le pintan las ganas, no creo que este enamorada de nadie excepto del P.C., pensaba. Estas minas no estan para el matrimonio, para llevar a una casa, para dar cariño con buenas comidas, para criar hijos en la paz de una familia consolidad, para amar de verdad a sus maridos. Sin duda estaba pensando como un joven viejo, como el susanito que siempre habia sido, como un muchacho asustadisimo de verselas con el cambio continuo que comienza a proponer el mundo cuando uno se atreve a romper la cascara, estaba pensando lejos de la nueva izquierda, como un retrogrado conservador. Mujeres como Mariana y tal vez todas las mujeres del mundo quiza son capaces de tener un amor verdadero solo con los hijos nacidos de su entraña. Se iba lejos con el pensamiento, se quedaba demorado en las zonas poco propicias de la melancolia. Se hundia en sus veintitantos años. No encajaba. No estaba para el mundo de derecha, ni de centro, ni de izquierda, no estaba mas que para esa indiferencia compacta que lo tomaba. El amor podia ser nada mas que ficcion. Pensaba que incluso antes de asomar la cabeza todo se habia ido ya al carajo. Por momentos se despejaba.
"Nuestra personalidad depende mucho del paisaje con el que interactua", se decia para ahuyentar lo que hoy llaman ataque de panico. Pero volvia al vacio y la vision oscura de una vida cagada de antemano.

Decidio no rendir el final y dejarla para marzo. Hacia como cuatro dias que solo salia del departamento para ir a comprar pan y un poco de fiambre; de vez en caundo comia tomate con aceite y sal.


El 18 de diciembre se levanto temprano y salio para la facultad. Al entrar a ese edificio horroroso construido por los milicos se acordo de esa inolvidable aula de geologia donde Mariana lo habia invitado a hacer el amor detras de los armarios con rocas. El examen fue brillante. Fue el primero en rendir. Cuando salio, estaba lleno de gente esperando para rendir. Se le vinieron al humo preguntandole como venia la mano. Tranquilo, contesto el, no se le ocurrio otra cosa. Cuando iba bajando las escaleras se choco con Mariana y Sergio. Hola, loco, como estas, dijo Mariana. Bien. Sergio lo miraba con la indiferencia y el desprecio con que se mira a un tipo que no pertenece al P.C. Como diciendo este perfecto imbecil no quiere la igualdad en este mundo injusto, etc etc.
Venis de rendir. Si. Como te fue. Bien. Escuchame, dijo Mariana, seguro no rendiste la mierda de quimica organica. No, la deje para marzo. Que te parece si la preparamos juntos, la vengo arrastrando hace años. Como quieras. Bueno dale, para que te doy mi direccion. Anoto la direccion y se la dio. Yo me voy, dijo, unos dias de mochilera al Bolson, pero el 20 de enero estoy de vuelta, hagamos una cosa, dejame que me acomode y pasate por casa el 21 y largamos. Bueno. Chau. Chau.

Hizo el bolso y se volvio para la casa de sus viejos. Los dias fueron barriendose uno a otro como siempre. Dejo a su novia. Felizmente ella tambien tenia ganas de dejarlo. No se estaban viendo casi nunca.
Imaginaba su futuro y el de Mariana; por momentos le parecia que su generacion iba a transformar las cosas, por momentos que se trataba de una generacion que iba a ser completamente sacrificada defendiendo un mundo que habia fracasado.

El 16 de enero se volvio al departamento. No tenia en absoluto el optimismo de su madre y todo el peronismo setentista. Sentia un pais sin salida, sin ninguna clase de alternativa. La civilidad que proponia la oposicion habia volado en pedazos, se habia convertido en una boludez temblorosa y claudicante, la izquierda incapaz de constituirse en una opcion real a partir de la conformacion de un frente se dividia en verdadera ceguera, el peronismo federal olia francamente a mierda y el otro, el oficialista, estaba derrotado. Sentia un pais que no protege a nadie y que te va usando de acuerdo con conveniencias que no son las conveniencias para una vida en tolerancia democratica. Le gustaba la lucha de las Madres. Por la memoria de los muertos y los desaparecidos, ese sentimiento real lo hacia joven y lo acercaba a la dulce bolche. Tumbado en la cama, esperaba que las horas siguieran pasando. Un sistema de valores igualitarios, pensaba, como se podria poner en marcha eso si no nos podemos poner de acuerdo ni en la temperatura del agua para el mate. La mañana del 21 se desperto como a las once, hizo fiaca en la cama hasta la tarde, despues prendio la tele, pico un poco de fiambre y pan. Llego la noche. Sentia el animo hundido. Salio al balcon, fumo y miro las estrellas hasta que se sintio exhausto y volvio a acostarse. El sueño poblo su mirada neutra.

Debia perseverar, dar batalla. El 22 por la tarde se decidio. Salio caminando hacia la casa de Mariana. Llego, toco timbre. Nadie. Drogona colgada, penso. Cuando se estaba yendo, Mariana venia. Hola, burguesito, ¿como estas? Bien y vos. Tenias que venir ayer, ehh. Si, pero no pude. Veni, pasa. No, ya me iba. Pasa dale, mira que no te voy a comer. Bueno. No, para, ¿vivis lejos de aca? A unas veinte cuadras. Bueno, vamos a tu casa.
Cuando entraron a su departamento ya eran como las nueve y pico de la noche. Mariana estaba preciosa con su look hindu.
El departamento de un nenito bien, dijo ella. ¿Que te gustaria cenar?, pregunto el. ¿Que tenes? Nada, pero hay una rotiseria en la otra cuadra. ¿Tenes plata para comprar en una rotiseria? Si. Bueno, como quieras.

Comieron pollo con papas fritas y tomaron cerveza. Hacia la medianoche Mariana pelo un porro. ¿Curtis, burguesito? Dale. Despues salieron a la terraza y miraron el cielo. El espiritu guerrero de esta rubia alucinante parecia no descansar nunca. Hablo de la revolucion mas de dos horas. Quedaron frases impresionantes. Impresionantes porque Luis no lograba unir la dulzura de su voz con una posicion tan extrema como proferir que el regimen constitucional es una careta burguesa. Cada tanto Luis rompia su escucha para preguntarle lo mismo, por que la izquierda no lograba unirse. No seas ridiculo, no se dan las condiciones, ademas somos los unicos con verdadera vocacion frentista, contestaba ella. En un momento le dijo: sos un deslucido boina blanca, pero hoy me voy a encamar igual con vos y varias veces.
La bolche cumplio su promesa con un arte digno de las verdaderas diosas del sexo. Tipo cinco de la mañana se quedaron dormidos como angelitos.
Se despertaron cerca del mediodia. Mariana se vistio rapido, no quiso ni tomar unos mates, le dio un beso y le dijo: ya nos volveremos a encontrar, burguesito boina blanca, el peligroso tres b, ja ja ja. Luego se fue.

Luis se levanto y tomo mate. Se tumbo en el sofa del living. Dos o tres veces en la tarde sintio un nudo en la garganta y estuvo a punto de llorar.

Llego la noche, prendio la tele y quedo pasmado con la imagen de un piquete ruralista. Que es eso. Otra vez estos hijos de puta, se dijo. Se tumbo pensando en Mariana.

Recordo las palabras de Alfonsin en el 87, "hoy podemos dar gracias a Dios, la casa esta en orden y no hay sangre en la Argentina"; sintio que era demasiado. Penso que la desesperacion podia convertir a cualquiera en un completo imbecil. Apago la tele y se durmio.
Al otro dia la volvio a encender ni bien se levanto. La Plaza de Mayo despues del Apocalipsis, dijo el comentarista mientras se veian imagenes de gente herida que se habia agarrado a las piñas el dia antes.

Apocalipsis de que, se pregunto, de los ruralistas pro milicos asesinos, de la izquierda mesianica, de la democracia republicana y representativa o burguesa como le dice Mariana, apocalipsis de la derecha del arancelamiento y el elitismo. La enfermedad parece no tener cura, penso, se sigue alimentando de sangre y division. Da para no creer en nada.

Sintio miedo. El miedo lo convirtio por un par de horas en una ostra. Luego volvio a afinar, recuperando de a poco la confianza en si mismo. Miro por la ventana. Una mujer de unos cuarenta años paseaba un perro. El mundo seguia a pesar de la escasa relacion, de la mezquindad, de la soledad, de la crueldad, de la ceguera, de la imbecilidad.
Ojala se de el amor entre nosotros, penso, evocando el ultimo beso de Mariana.


Por el momento hagamos algo por la patria, se dijo bajo el brio feliz de ese sentimiento; agarro el libro de quimica organica y se puso a preparar el final.





















Buscapies.

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