Yo estoy, en general, bastante de acuerdo con la intolerancia. O dicho de otra manera: la tolerancia me resulta repugnante. La tolerancia suele ser la merced que el vencedor le hace al vencido: te gane, te hice de goma y estas tan destruido que voy a tolerar que hagas ciertas cosas que no son exactamente las que yo quiero pero que no me preocupan porque tengo tanto mas poder que vos que me da igual. La tolerancia es el desden mas bruto; la intolerancia, en cambio, es el homenaje del poderoso al diferente: la muestra de que le teme todavía.
Y el grado mas fuerte de la tolerancia desdeñosa es esta idea del relativismo que pretende que, como las culturas no son todas iguales, hay que respetar lo que acostumbra cada una: que ciertos musulmanes lapiden a una mujer adultera, por ejemplo, o que ciertos cristianos obliguen a sus fieles a no usar preservativos que podrían salvarlos de enfermedades muy mortales.
Buscapies.
miércoles, 21 de abril de 2010
viernes, 26 de marzo de 2010
24-3-10
La sólida columna de la juventud sindical marchó con las Madres de Plaza de Mayo. Quizás la columna más grande y sin dudas la más rockera. Sobre Avenida de Mayo retumba la marcha peronista. Hace algunas semanas Moyano compartió escenario con Pérsico. Ahora los pibes de la CGT camionera marchan, en un hecho inédito con Las Madres. Hace 34 años algunos sectores de la CGT solían dispararse balas con los jóvenes hoy desaparecidos.
Un montón de camisetas rojas en filas tocan percusión y rodean otro montón de chicas de lila, que bailan y abren paso a un puñado de ancianas que tambalean entre la multitud. Las ancianas tienen un pañuelo blanco en la cabeza y llevan como en una procesión los rostros de sus hijos desaparecidos, que en blanco y negro miran al cielo.
24 de marzo. 2010. “Como a los nazis, les va pasar: a donde vayan los iremos a buscar”. Estela Carlotto hace que salta, canta. A su lado está Nora Cortiñas. Es curioso verlas juntas. Atrás suyo la bandera larguísima con las fotos de los desaparecidos. Adelante La Chilinga les abre el paso por Av. De Mayo.
Entre las muy variopintas columnas y personajes, un grupo alza una bandera con fotos, todas de personas con rasgos orientales: se trata de familiares de desaparecidos de la colectividad japonesa. Más tarde, en otra marcha unos cuántos enarbolaron banderas de un chino: Mao.
Pero ya hay bibliotecas enteras sobre Mao y la larga marcha.
Lesbianas, gays, bisexuales y trans. "Putos", se dirá. Llevan una bandera en sus manos y muchos colores, dos freaks adolescentes van tomados de sus hombros atrás. Dos porteños que no hace mucho tuvieron que viajar hasta Tierra del Fuego para casarse son las estrellas del grupo y gritan “como a los nazis, les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”.
“Madres de la plaza, el puerto las abraza”. Bombos. Hombres de manos grandes y curtidas. “El puerto las abraza”. Una bandera de los trabajadores portuarios. Estoy apretujado entre un centenar de trabajadores portuarios. No pasó mucho tiempo hasta que consideré cambiar mi ubicación.
Piso un suelo conocido.
En la Plaza de Mayo ya hay muchos curiosos con carteles de cartón pintados a mano, como en las manifestaciones del primer mundo, “gente independiente”, como gusta decir a algunos. El viejo piola vestido de short y camiseta deportiva exhibe su cartel, esta vez no sé que puta dice. ¿Quién es?
15.25. Desde el escenario nos piden permiso para que aquellas ancianas con pañuelo blanco en la cabeza que llevan como en una procesión a sus hijos bidimensionales que en blanco y negro miran al cielo y tambalean entre la multitud, trepen al escenario. Todos quieren curiosear el inicio de esa larga bandera. Ahí están los fotógrafos. Hoy una anciana garpa lo mismo que Florencia Peña.
15.30. Merodeo por la plaza. Clavé la mirada en una vieja de pañuelo blanco que no anda con las otras, anda con una piba, su nieta quizás. La vieja lleva un cigarro apagado. La piel revela muchas otras marcas de su vida. Circula inquisidora, como estudiando a quién pedirle fuego sin que le rompan las pelotas. ¿O nervios quizás? ¿Imágenes de un hijo muerto sin certificado de defunción?
17.39. SMS. "Love you. Nos vemos en 5. ¿Dónde estás?. El cordón de la CCC no me deja pasar en la boca de D. Norte, PCR. Puerta catedral justo. No te encuentro. Debajo de donde hay fueguito".
Al fin nos encontramos. Huimos a un sitio menos ruidoso.
23.00. Plaza Constitución. La piba me besa frenéticamente. Esperamos el 4. Un pibe que pesa tres veces mas que yo nos pide monedas. La piba le dice “no flaco, cero monedas”. El loco argumenta que quiere comprarse una birra; yo contraoferto que se compre un vodka, que tengo un jugo de naranja casi lleno y estoy dispuesto a regalárselo, después de todo le creímos que es su cumpleaños; si pero yo quiero una birra. Y ofrece algo insólito: cambio. La primera vez en mi vida que doy una limosna y me dan cambio. La piba le dio cinco pe., y el loco arrimó su mano en montoncito con $3.50 en monedas.
Llegó el 4 y se llevó a la matancera.
Estación Constitución se recupera de la paliza que recibe todos los días.
Están baldeando.
Bajé al baño.
Quizás hubiera preferido mear en el Líbano.
Exagero.
No me falta mucho para arribar a casa.
La matancera me escribe que ya llegó.
Agrega que nos veremos antes de lo que yo creo.
Hace 34 años un militante peronista se despidió por última vez de una chica del conurbano.
Después muchos otros hicieron lo mismo, concientes de que sería la última vez.
Hoy no.
Buscapies.
Un montón de camisetas rojas en filas tocan percusión y rodean otro montón de chicas de lila, que bailan y abren paso a un puñado de ancianas que tambalean entre la multitud. Las ancianas tienen un pañuelo blanco en la cabeza y llevan como en una procesión los rostros de sus hijos desaparecidos, que en blanco y negro miran al cielo.
24 de marzo. 2010. “Como a los nazis, les va pasar: a donde vayan los iremos a buscar”. Estela Carlotto hace que salta, canta. A su lado está Nora Cortiñas. Es curioso verlas juntas. Atrás suyo la bandera larguísima con las fotos de los desaparecidos. Adelante La Chilinga les abre el paso por Av. De Mayo.
Entre las muy variopintas columnas y personajes, un grupo alza una bandera con fotos, todas de personas con rasgos orientales: se trata de familiares de desaparecidos de la colectividad japonesa. Más tarde, en otra marcha unos cuántos enarbolaron banderas de un chino: Mao.
Pero ya hay bibliotecas enteras sobre Mao y la larga marcha.
Lesbianas, gays, bisexuales y trans. "Putos", se dirá. Llevan una bandera en sus manos y muchos colores, dos freaks adolescentes van tomados de sus hombros atrás. Dos porteños que no hace mucho tuvieron que viajar hasta Tierra del Fuego para casarse son las estrellas del grupo y gritan “como a los nazis, les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”.
“Madres de la plaza, el puerto las abraza”. Bombos. Hombres de manos grandes y curtidas. “El puerto las abraza”. Una bandera de los trabajadores portuarios. Estoy apretujado entre un centenar de trabajadores portuarios. No pasó mucho tiempo hasta que consideré cambiar mi ubicación.
Piso un suelo conocido.
En la Plaza de Mayo ya hay muchos curiosos con carteles de cartón pintados a mano, como en las manifestaciones del primer mundo, “gente independiente”, como gusta decir a algunos. El viejo piola vestido de short y camiseta deportiva exhibe su cartel, esta vez no sé que puta dice. ¿Quién es?
15.25. Desde el escenario nos piden permiso para que aquellas ancianas con pañuelo blanco en la cabeza que llevan como en una procesión a sus hijos bidimensionales que en blanco y negro miran al cielo y tambalean entre la multitud, trepen al escenario. Todos quieren curiosear el inicio de esa larga bandera. Ahí están los fotógrafos. Hoy una anciana garpa lo mismo que Florencia Peña.
15.30. Merodeo por la plaza. Clavé la mirada en una vieja de pañuelo blanco que no anda con las otras, anda con una piba, su nieta quizás. La vieja lleva un cigarro apagado. La piel revela muchas otras marcas de su vida. Circula inquisidora, como estudiando a quién pedirle fuego sin que le rompan las pelotas. ¿O nervios quizás? ¿Imágenes de un hijo muerto sin certificado de defunción?
17.39. SMS. "Love you. Nos vemos en 5. ¿Dónde estás?. El cordón de la CCC no me deja pasar en la boca de D. Norte, PCR. Puerta catedral justo. No te encuentro. Debajo de donde hay fueguito".
Al fin nos encontramos. Huimos a un sitio menos ruidoso.
23.00. Plaza Constitución. La piba me besa frenéticamente. Esperamos el 4. Un pibe que pesa tres veces mas que yo nos pide monedas. La piba le dice “no flaco, cero monedas”. El loco argumenta que quiere comprarse una birra; yo contraoferto que se compre un vodka, que tengo un jugo de naranja casi lleno y estoy dispuesto a regalárselo, después de todo le creímos que es su cumpleaños; si pero yo quiero una birra. Y ofrece algo insólito: cambio. La primera vez en mi vida que doy una limosna y me dan cambio. La piba le dio cinco pe., y el loco arrimó su mano en montoncito con $3.50 en monedas.
Llegó el 4 y se llevó a la matancera.
Estación Constitución se recupera de la paliza que recibe todos los días.
Están baldeando.
Bajé al baño.
Quizás hubiera preferido mear en el Líbano.
Exagero.
No me falta mucho para arribar a casa.
La matancera me escribe que ya llegó.
Agrega que nos veremos antes de lo que yo creo.
Hace 34 años un militante peronista se despidió por última vez de una chica del conurbano.
Después muchos otros hicieron lo mismo, concientes de que sería la última vez.
Hoy no.
Buscapies.
jueves, 18 de marzo de 2010
H.O.
Ampulosas como las once caídas de Firpo, las paginas de nuestra historia relativizan traiciones y cobardías; curan la sífilis, proscriben el láudano y nos encomiendan a Dios nuestro Sr; nos acunan como a expedientes.
Y si se encienden en la noche los algarrobos, es cosa de ellos.
La vida para atrás es fácil, entendible, moral; sobre todo: entendible.
Desde indias sin piel hasta el dulce de leche, la patria todo lo explica:
nunca ganan los malos;
ninguno era marica;
y por algo se los habrán llevado.-
Buscapies.
Y si se encienden en la noche los algarrobos, es cosa de ellos.
La vida para atrás es fácil, entendible, moral; sobre todo: entendible.
Desde indias sin piel hasta el dulce de leche, la patria todo lo explica:
nunca ganan los malos;
ninguno era marica;
y por algo se los habrán llevado.-
Buscapies.
lunes, 1 de marzo de 2010
Grafiti
Plaza.
Junto al mástil se acumulan residuos.
"SI LA DROGA ES BASURA, TIRA 2 BOLSA".
Nuestro auto pasa raudo.
"¿Viste?", le digo a Hernan.
Buscapies.
Junto al mástil se acumulan residuos.
"SI LA DROGA ES BASURA, TIRA 2 BOLSA".
Nuestro auto pasa raudo.
"¿Viste?", le digo a Hernan.
Buscapies.
miércoles, 17 de febrero de 2010
Los amantes
Melina, una enamorada compulsiva parecía no querer saber nada con el.
Siquiera se lo planteaba.
Paso por su vida como una de esas caricias que te hacen mal.
"¿Querías dormir con Mel?", le pregunto
"Dormir y levantarme. Pero tiene pareja, rubio, grandote, con dotes para el teatro y encima con onda...¿como romper ese hogar?", contesto.
Buscapies.
Siquiera se lo planteaba.
Paso por su vida como una de esas caricias que te hacen mal.
"¿Querías dormir con Mel?", le pregunto
"Dormir y levantarme. Pero tiene pareja, rubio, grandote, con dotes para el teatro y encima con onda...¿como romper ese hogar?", contesto.
Buscapies.
martes, 16 de febrero de 2010
*
Camine horas bajo la lluvia, junto a tu ausencia, hablando de lo que fuere; enredaderas, ladrones de autos. Y si bien reconozco que te pareces mucho al concierto numero 22 de Mozart, el tiempo igual pasa.
Tus cartas están en el cajón de mi mesa de luz, junto a la foto esa en la que tu vestido se parece mucho mucho al concierto numero 22 de Mozart.
Pero ya no las leo.
¿Para que?
Vos en tu momento,
yo en mi momento,
ambos vamos a morir;
y las circunstancias habrán sido solo eso, circunstancias.
Buscapies.
Tus cartas están en el cajón de mi mesa de luz, junto a la foto esa en la que tu vestido se parece mucho mucho al concierto numero 22 de Mozart.
Pero ya no las leo.
¿Para que?
Vos en tu momento,
yo en mi momento,
ambos vamos a morir;
y las circunstancias habrán sido solo eso, circunstancias.
Buscapies.
lunes, 9 de marzo de 2009
Declaración desde la torre
Alguien llega hasta mis oídos:
los que no me ven
no lograrán saltar esta pared,
esta llama que entibia los huesos roídos.
Estoy saltando desde la torre,
directo a hacer estallar tu cráneo.
Desde aquí veo la gente gritar y correr,
la nena que quema sus dedos,
ya no siente lo que creía,
ya no cree en lo que sentía.
Él no deja de leer,
se olvidó de amarla ayer,
ya no quiere lo que tenía,
ya no tiene lo que quería.
Desde aquí los veo a todos ellos,
pero en realidad soy yo
el que no soporta este espectáculo.
Partiré mi cráneo contra ti,
pero no dejes de cantar
hasta sentir el impacto.
Hache
los que no me ven
no lograrán saltar esta pared,
esta llama que entibia los huesos roídos.
Estoy saltando desde la torre,
directo a hacer estallar tu cráneo.
Desde aquí veo la gente gritar y correr,
la nena que quema sus dedos,
ya no siente lo que creía,
ya no cree en lo que sentía.
Él no deja de leer,
se olvidó de amarla ayer,
ya no quiere lo que tenía,
ya no tiene lo que quería.
Desde aquí los veo a todos ellos,
pero en realidad soy yo
el que no soporta este espectáculo.
Partiré mi cráneo contra ti,
pero no dejes de cantar
hasta sentir el impacto.
Hache
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