Todos estos años parecieron suficientes para agotar esta fe,
para apuñalar y arrancar todas las vísceras.
Y nosotros, que sólo morimos una vez,
abrimos nuestros ojos ante estos aires
que nos son cercanos e intratables, preciosos y ajenos.
El barco que merodea entre las finas ramas,
fumigando estas tierras de deseo, de aires y de vísceras,
nos hiere una y otra vez, y así también resurgimos, una y otra vez.
Porque la tierra no es la culpable, y sólo de ella podemos esperar.
Pero la maldita nave no es quien para acabar con esta Pachamama.
Los campos son originarios y finales, eternos y mayores.
Viven con nuestra vida y mueren nunca.
Se extienden más allá de esta coraza, pero dentro nuestro.
Excede los límites propios y de las carabelas,
Existe dentro y fuera de todo, y nos posee.
Porque la maldita nave no es quien para acabar con el Amor,
esos campos que son originarios y finales, eternos y mayores.
Hache
3 comentarios:
Yo creo que Bissi estaría feliz de leerte jajajaj.
No sé, le quiero poner un poco de mi humor al blog (?)
¡Que hermosas las cosas escritas!
Les deseo lo mejor en este nuevo espacio.
Y me alegro que halla gente que para descargarse y expresarse lo haga a través de la escritura, porque es lo más claro, transparente y sensible que hay. Es un signo de libertad...
En fin..pueden pasar por mi espacio también a dejar sus opiniones y demás cuando gusten.
Saludos a Luis y a su amigo!
Como siempre la genialidad tiene una mano para su expresion y por suerte esta tiene su espacio.
Sin exagerar ni entrar en demagogia, palabras impecables y con un profundo sentimiento.
Continua asi y continuaremos leyendo
Publicar un comentario